La cola por una bolsa de comida en Salburua

23 abril, 2015

Esta cola se repite en Salburua cada último miércoles de mes. Son las personas que la Asociación Agle ha determinado que no tienen recursos para poder tener lo básico: comida. Son personas, nacionales y extranjeras, que acuden incluso con gafas de Sol y capucha. No quieren ser reconocidas, pero las reducidas dimensiones del espacio provocan […]

Banco de Alimentos en Salburua

Cola en Salburua para recoger alimentos Foto: Javier Goikoetxea

Esta cola se repite en Salburua cada último miércoles de mes. Son las personas que la Asociación Agle ha determinado que no tienen recursos para poder tener lo básico: comida. Son personas, nacionales y extranjeras, que acuden incluso con gafas de Sol y capucha. No quieren ser reconocidas, pero las reducidas dimensiones del espacio provocan estas colas a la intemperie.

En este caso son los voluntarios del Banco de Alimentos los que reparten la comida, en una experiencia piloto que realizan con las personas derivadas de Agle. Hasta ahora repartían a esta asociación en el pabellón de Bekolarra, pero con el traslado a Júndiz ya no es posible. Su objetivo es instalarse en la sede de la DYA y garantizar la discreción de sus 'clientes', pero los trámites municipales están alargando más de lo previsto la cesión del antiguo colegio de El Pilar. Por ello han buscado otra ubicación en Vitoria. Ahora una vez al mes 140 familias reciben su bolsa de comida.

El horario de reparto en Salburua, una vez al mes, es de 9 de la mañana a 1 del mediodía, pero desde las 7 de la mañana hay gente haciendo cola, según relata Ioseba Martínez de Guereñu, de Burdinbide. Incluso en Invierno estas personas tuvieron que soportar el frío y la lluvia para hacerse con su bolsa. En esa bolsa llevan conservas, arroz, latas y productos no perecederos. Lo necesario para poder alimentar a su familia durante un mes.

  • El Pilar

El reparto se realiza en la asociación de Vecinos de Salburua, ya que Burdinbide ha cedido su local municipal al Banco de Alimentos, a la espera de que se pueda concretar la cesión de los antiguos locales de la DYA en El Pilar. Una vez que se adecue este espacio, el objetivo del Banco de Alimentos es dar allí directamente la comida a todos los que lo necesiten, algo que obligará a aumentar su plantilla de voluntarios. Actualmente el Banco de Alimentos atiende a 175 organizaciones y 18.000 personas.

No será el Banco de Alimentos quien determine quién lo necesita: Seguirán haciéndolo las asociaciones como hasta ahora, con entrevistas y seguimientos. Pero sí serán ellos los que repartan directamente la comida en El Pilar. De esta forma se facilitará la gestión y el cruce de datos entre diferentes asociaciones, para evitar la picaresca.

El local del Pilar también garantizará la discreción de quienes allí acuden, tal y como reconoce Dani Fernández, el presidente del Banco de Alimentos. Cada día del mes estará destinado a una o dos asociaciones, y en el nuevo local habrá también salas de espera, para evitar que se tenga que formar la cola en plena calle. Se trata de que sigan recibiendo quienes lo necesitan, que lo hagan de una forma más ordenada y, lo que es más importante, que nadie les señale por ello.