La FAVA se parte en dos

La situación del movimiento vecinal de Álava se enroca cada día más y pocos son los que a día de hoy entienden lo que ha pasado y está pasando. Una lucha de poderes, de revanchismos y un intento por bloquear la asociación ha acabado por crear dos juntas directivas. El esperpento continuó el pasado viernes, con la celebración de la junta de la FAVA en la que se eligió a Fernando Cuesta como presidente de la Federación de Vecinos de Álava.

¿Pero no se había celebrado el pasado febrero una junta en la que se eligió a Fernando Estébanez como presidente? El problema es que el presidente en funciones, Adolfo Gago, no consideró válida dicha convocatoria. Aseguró que se había convocado de forma ilegal y no aceptó el resultado de una junta a la que acudieron los medios de comunicación y la mayoría de las asociaciones de la FAVA. En aquellas elecciones de febrerose anuló la candidatura de Fernando Cuesta porque había incluido en su plancha a personas que no habían dado su consentimiento para ello. Y fue elegida la de Antonio Estébanez.

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Además, se criticó la gestión que la presidencia de Gago en funciones había ejercido, con un parón total en la actividad de la asociación desde el abandono de Ángel Lamelas. Un Adolfo Gago que, como miembro de Mariturri, prosigue en su intento de crear junto a Burdinbide y algunas asociaciones de inmigrantes otra alternativa a la FAVA, la Unión de Vecinos de Álava.

En aquella junta de hace tres semanas los miembros de la FAVA asistentes (más de la mitad) se felicitaron por la despolitización de la institución. Además, acordaron denegar la entrada de Burdinbide a la Federación.

El problema es que ni Gago ni Cuesta aceptaron esa junta y la impugnaron en los tribunales. En su lugar, mantuvieron la junta convocada para el 9 de marzo. Una junta que, según Gago, estaba convocada desde el inicio para ese día. Y una junta que fue celebrada con nocturnidad y alevosía. No se invitó a los medios de comunicación "para evitar conflictos indeseados". En los últimos días el propio Gago ha mantenido numeroso enfrentamientos en internet con algunos periodistas, a los que les acusa de no contar la verdad.

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En esta junta "oficial" se tomaron además varias decisiones. Se decidió expulsar a tres asociaciones: Ipar Arriaga, presidida por Ángel Lamelas, Gure Auzune, representada por Ángel Meson, y Miguel de Unamuno, por haber "promovido unas elecciones fraudulentas".  Paralelamente se dio entrada a otras dos asociaciones: Burdinbide en Salburua y la Asociación de Vecinos Pakistaníes.

Dos asociaciones que, sorprendemente, nada más acceder a la asociación han conseguido un cargo en la junta directiva de la FAVA. Es decir, de los cuatro cargos con representación en la FAVA, dos de ellos están comandados por asociaciones recién llegadas a la FAVA.

Según asegura la nota de prensa enviada por la presidencia de Cuesta, a esta votación acudieron ocho asociaciones, incluidas las dos nuevas.  Es decir, las nuevas asociaciones pudieron participar en la toma de decisiones de la misma junta en la que fueron nombrados. Se desconoce, en cualquier caso, cuáles fueron el resto de asociaciones presentes.

Desde la junta nombrada el pasado mes de febrero no se quiere entrar al juego de la guerra civil. Creen que todas estas decisiones tienen como único objetivo neutralizar el trabajo de la FAVA y poder de esta forma impulsar la Unión de Vecinos de Álava. Además, Cuesta es un militante reconocido del Partido Popular, y por tanto parece bastante ilógico que la federación vecinal esté comandada por una persona con tan marcado perfil político.

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Lo que sí está claro es que serán los tribunales quienes decidan si la junta válida es la celebrada hace tres semanas o la de este viernes.