Periscopio se ha consolidado en su sexta edición como un referente a nivel nacional del Fotoperiodismo. Más de 800 imágenes se muestran cada año en una decena de ubicaciones de Vitoria, a los que les acompaña el certamen Amateur en numerosos establecimientos hosteleros y comerciales de la provincia. Todo ello es fruto del trabajo de Paco Valderrama, locutor de Radio Vitoria desde hace más de 25 años, pero que en el último lustro está empeñado en enseñar a los vitorianos un arte que, en ocasiones, pasa desapercibido.
-¿Qué podemos ver en esta sexta edición de Periscopio?
-Tenemos dos extremos. Por un lado tenemos reportajes de actualidad absoluta, con temas duros. Entre ellos destaca parte de World Press Photo,
Caracas, la Sucursal del cielo y la que se instala esta misma semana en Sancho el Sabio sobre La Primavera Árabe. En el otro extremo están exposiciones totalmente distintas, con un fotoperiodismo distinto. Es el caso de
Los Cien años de Vanity Fair o
Inglaterra sin glamour. En esta edición una gran variedad, con puntos de vista muy diferentes del reporterismo gráfico.
Por ejemplo,
Yuri Kozyrev recorrió toda Chechenia y ahora se ha pateado las primaveras árabes. Tenemos también a los grandes maestros de la fotografía de la belleza humana. Y luego hay exposiciones muy curiosas como la de
Alternativas. Kim Badawi, norteamericano de raíces franco egipcias, ofrece en la Casa de Cultura una imagen de colectivos humanos sorprendentes.
-Cuál debe ser el objetivo de una buena foto: Hacer reir, sorprender, emocionar...
-Es lo mismo que una buena novela o película: lo importante es que sea una buena historia y que esté bien narrada. La realidad es la base y la fotografía el instrumento. Con esas instrucciones elementales tenemos la clave de un buen reportaje fotográfico. Tienes que tener muy claro lo que quieres decir y cómo narrarlo. El mensaje debe ser claro. A veces cuando tenemos un tema se nos acaba pudriendo. Nos satura tanto que no lo tenemos claro.
-Sí que es cierto que a veces se ven más instantes imprevistos, en los que la preparación no vale tanto.
-Dentro de World Press Photo hay fotografías de instante, en las que ha surgido el instante mágico. Pero en otros casos son fotos de largo recorrido, con un trabajo en profundidad, de captar las imágenes y de captar material para sintetizarlo. WPF trabaja ambas formas de narrar. Porque evidentemente el fotógrafo de prensa busca el instante. Eso a veces implica trabajarse un gran reportaje para conseguir la foto. Y otras veces no se consigue la foto pero sí el reportaje.
-Periscopio es el resultado de muchos meses de trabajo. ¿Cómo se prepara esta feria?
-Ahora mismo estamos ya trabajando el año que viene. Buscamos primero reportajes que no sean de rabiosa actualidad. Vamos poco a poco, dejando siempre un espacio para el devenir de la actualidad y lo que nos vaya ofreciendo al año. Al mismo tiempo, estamos al día de lo que se hace en los dominiciales, en las web y allí donde podamos encontrar algo. Además, gracias al currículum de Periscopio, cada vez se nos ofrecen más trabajos, cosas fantásticas. Y es que además somos de los pocos festivales que paga a los reporteros.
-¿No se paga al reportero en otros casos?
-El fotoperiodismo, como el conjunto de la profesión, está muy mal. Y la mayoría de los fotógrafos en otros festivales ceden sus imágenes para que se muestren. Nosotros no lo hacemos porque queremos que se dignifique ese trabajo.
-También sueles tener una cita anual en el sur de Francia.
-Ese es el trabajo de última hora. Siempre encontramos algo al inicio del otoño en la feria de Perpignan, como algo de última hora.
-¿Ha sido dura la creación y el desarrollo de Periscopio?
Imagen de Reuters, expuesta en la Plaza Nueva
PUBLICIDAD - SIGUE LEYENDO ABAJO
-Estamos contentos con las instituciones porque nuestros principales patrocinadores son el dinero público. En estos años han cambiado los gobiernos pero contamos con el apoyo de los gobiernos y de todos los partidos políticos. Estamos contentos porque nos damos cuenta de que Periscopio es un acontecimiento sociocultural. Y es importante lo que se refleja en estas exposiciones. Ayer en la exposición Nuestro Mundo Hoy había tres personas que hablaban de la foto de un burro llevando las urnas en la elecciones de Afghanistan. Había asombrosamente un debate sobre cómo se movían en ese país pero, al tiempo, tenían elecciones.
-Se ha consolidado también el apoyo de Reuters y de World Press Photo
-El apoyo de Reuters es consolidado. Pero World Press Photo hay que pagar todos los años.
-¿Con qué foto se queda Paco Valderrama en estos seis años?
-Tenemos cerca de 700 imágenes. No podría querdarme con una. Lo que te transmite una foto depende además mucho del estado de ánimo con el que ese día te enfrentes a ella. Hay algunas maravillosas, otras graciosas, tremendas... Una de las que más huella ha dejado es la retrospectiva de
Elliot Erwitt. Un fotógrafo de esos momentos en los que parece que no pasa nada pero que tienen mucho sentido del humor. Puede pasar algo parecido con la de Vanity Fair.
Imagen de Elliott Erwitt
-Una de las experiencias consolidadas es el certamen Amateur.
-Este año penabamos que iba a bajar por la crisis, pero ha sido al contrario. Hemos tenido 87 exposiciones y estamos asombrados
-¿De dónde sale tanto fotógrafo amateur?
-Aquí hay muchos clubs de fotografía y se hacen muchos cursillos. Y a pesar de las dificultades que plantea Periscopiocada vez contamos con más fotógrafos de fuera de Álava. Cada fotógrafo tiene que concebir el reportaje, desarrollarlo, imprimir las fotografías y además negociar un espacio donde ubicarlo. El fotografo hace todo el proceso. El local de la exposición ganadora se lleva 500 euros además de la promoción del negocio.
-¿Tenéis alguna espina clavada, exposiciones que no hayan podido venir aún a Vitoria?
-Tenía la de Vanity Fair, que llevaba dos años detrás de ella. Esa exposición entra en un fotoperiodismo algo distinto, del glamour y relacionado con el mundo del arte. Por ello pensábamos que estaría fuera de nuestras posibilidades. Pero al final lo hemos conseguido. Todas las espinas que he tenido se han acabado convirtiendo en rosas.
-¿Es Paco Valderrama también fotógrafo?
-No, la foto la dejo para otros. Hice hace muchos años, pero como algo absolutamente secundario. Más que nada porque no tengo la paciencia suficiente. Me encanta la fotografía de prensa como observador, y ahora como editor gráfico.