¿Llegará la gran tragedia griega a España?

15 noviembre, 2011

Grecia está en una situación desesperante. El Estado es incapaz de cumplir con sus compromisos de deuda mientras en la calle, los ciudadanos se manifiestan por los duros ajustes que está acometiendo un Gobierno que finalmente ha terminado por dimitir ante las presiones de la Unión Europea y tras aventurarse a amenazar con un referéndum […]

Grecia está en una situación desesperante. El Estado es incapaz de cumplir con sus compromisos de deuda mientras en la calle, los ciudadanos se manifiestan por los duros ajustes que está acometiendo un Gobierno que finalmente ha terminado por dimitir ante las presiones de la Unión Europea y tras aventurarse a amenazar con un referéndum sobre su permanencia en el euro. Pero está tragedia griega amenaza, además, con representaciones en otro países periféricos como Italia, donde primer ministro, Silvio Berlusconi, ha seguido los pasos de Papandreu y ha terminado también dimitiendo para evitar así la quiebra del país. Mientras tanto, desde España se mira de reojo, por si la cosa fuera a repetirse también aquí en un marco de elecciones generales y, al igual que en los países mencionados, con un posible cambio de Gobierno. Pero, ¿realmente hay riesgo de contagio? Y ¿qué consecuencias tendría para la UE? Ni Italia, ni España son Grecia al tratarse nada más y nada menos que de la tercera y la cuarta potencia de la Eurozona.

El país heleno sufre una situación tan desesperante que al ya ex presidente Yorgos Papandreu no le ha quedado otra salida que dimitir y dejar paso a un gobierno de coalición liderado por el ex mandatario del BCE Lucas Papademos. En caja, sólo tiene para pagar las pensiones y los sueldos hasta diciembre por lo que necesita los 8.000 millones que le tiene que entregar la UE como parte del rescate.

Sin embargo, para recibir este rescate tiene como condición poner en marcha un restrictivo plan de ajuste. Pero en el caso de aplicar estos recortes, el país tendrá dificultades para crecer ya que su economía se estancará y tendrá dificultades para pagar su deuda.

No obstante, los problemas de deuda de la UE no se quedan en Grecia (después de sufrir también los problemas de Irlanda y Portugal). Ahora un país aún más fuerte y grande económicamente amenaza con poner todo patas arriba: Italia. La falta de credibilidad en su capacidad para poner en marcha las medidas anunciadas disparó la pasada semana el interés de su deuda.

Los bonos soberanos a diez años se colocaron peligrosamente por encima del 7%, un nivel considerado por los expertos económicos de insostenible para el país transalpino. Se trata de un precio que rebasa el punto que fue de no retorno para la economías europeas ya rescatadas.

El problema añadido en el caso de Italia que es además que tiene un tamaño que hace que el rescate por parte de la UE sea poco menos que imposible. Su deuda es de 1,9 billones de euros (el 120% de su PIB), la segunda mayor de Europa según los datos del primer semestre por detrás de Alemania, que cuenta con una deuda de 2,5 millones de euros, y seguida por Francia con 1,7 millones. Su tamaño por tanto triplica la de Grecia, Irlanda y Portugal juntas.

El volumen de financiación necesaria, excede, por tanto, las capacidades actuales del fondo rescate a pesar de que el FEEF haya sido ampliado hasta el billón de euros, ya que entre la deuda itailiana y el dinero que ya se está usando o se ha comprometido en otros países con problemas rebasan el montante previsto.

Así pues, y descartado un posible rescate del FMI después de que los expertos económicos adviertan que no proveería crédito, queda como solución una intervención por parte del Banco Central Europeo. Todos los ojos están puestos en que actúe como lo han hecho sus homólogos de Reino Unido, EEUU o Japón y que compre deuda en cantidades ilimitadas para que genere más dinero en el sistema. Sin embargo, para ello habrá que rebasar los fuertes muros de Alemania, que tendría que reducir la presión sobre el BCE.

España mira de reojo

Mientras Grecia e Italia entran en ebullición, desde España se mira de reojo, por si tuviera que poner también a remojar sus barbas. De momento está lejos de las situaciones vividas en las economías rescatadas o a punto de ser rescatadas, aunque no hay que bajar la guardia porque el peligro de contagio siempre existe.

Los expertos sitúan el nivel crítico para salir del auxilio de la economía con una prima de riesgo de 400 puntos, aunque bien es verdad que Grecia fue rescatada cuando tenía una prima de riesgo de 500, Irlanda con 544 y Portugal con 517.

España, afortunadamente esta lejos de estas cifras, aunque se acerca peligrosamente. Tiene un nivel de endeudamiento inferior a la italiana al situarse en el 70% del PIB y ha mejorado su posición. Sin embargo, la presiones en deuda soberana existen ante el deterioro de las perspectivas macroeconómicas con unas malas cifras tanto de crecimiento como de paro.

Parece que los mercados están a la espera de lo que ocurra en las próximas elecciones generales que se celebrarán el domingo, 20 de noviembre y así definir el rumbo que tomará la política económica.