La legislatura de la crisis y del principio del fin de ETA

30 agosto, 2012

La convocatoria de Elecciones por parte de Patxi López llega tras varios meses sin el apoyo de quien fue su socio de legislatura, el Partido Popular. El grupo parlamentario liderado por Antonio Basagoiti decidió la pasada primavera retirar su apoyo al PSE tras numerosos enfrentamientos con el Gobierno Central. Los recortes impulsados por Mariano Rajoy […]

La convocatoria de Elecciones por parte de Patxi López llega tras varios meses sin el apoyo de quien fue su socio de legislatura, el Partido Popular. El grupo parlamentario liderado por Antonio Basagoiti decidió la pasada primavera retirar su apoyo al PSE tras numerosos enfrentamientos con el Gobierno Central.

Los recortes impulsados por Mariano Rajoy fueron un buen momento para que el PSE pusiera una barrera a este lado del Ebro y se negara a aceptar las condiciones y exigencias que venían desde Madrid, defendiendo el autogobierno vasco. El repago en los medicamentos o la supresión de la paga extra fueron sólo algunos de los elementos que Patxi López se negó a aceptar. Es más, los recortes en Educación y sanidad fueron impugnados por el Gobierno vasco ante el Tribunal Constitucional.

Terminaba de esta forma una legislatura histórica. Aunque desde mayo el lehendakari ha intentado mantenerse en un barco a la deriva, las elecciones eran lo más deseable. Algo que por fin ha llegado. Una legislatura que ha sido histórica por dos motivos y que, para bien o para mal, nunca se repetirá. El Parlamento Vasco ha visto cómo, por primera vez desde las primeras elecciones, la Izquierda Abertzale no estaba representada debido a su ilegalización. Un hecho que aprovechó Aralar, consiguiendo su mejor resultado con cuatro parlamentarios.

Histórica también porque, por primera vez, no ha sido un militante del PNV quien residía en Ajuria Enea. Pese a que el partido Jeltzale ganó las elecciones, la unión de PP-PSE (con el voto en la investidura de UPyD) posibilitó esta unión de fuerzas nacionales.

Una unión motivada precisamente por lo que parece que ahora acaba: la violencia terrorista. Una legislatura que arrancó con el asesinato de Eduardo Puelles y que sumó posteriormente otros dos asesinatos en Mallorca y un gendarme francés. Sin embargo, desde 2010 la banda ha cesado la violencia, algo que se convirtió en papel tras la conferencia de Paz del pasado mes de octubre.

La Izquierda Abertzale ha optado por la vía política, dejando de lado la lucha armada, lo que ha provocado un importante aumento de su apoyo, hasta convertirse en la primera fuerza en Gipuzkoa y el primer grupo parlamentario de Euskadi y Navarra en el Congreso.

Parece de esta forma que es EH Bildu quien, según las encuestas y los resultados, está sacando beneficio político del final de ETA. Final que aún sigue sin llegar pero que los militantes y votantes de la Izquierda Abertzale no perdonarían una marcha atrás.

Mientras tanto el PSE, que ve cómo el casi-final de ETA no le supone ningún rédito electoral, tiene que lidiar además con la crisis económica. Pese a que Patxi López ha enarbolado la bandera del autogobierno, su gobierno ya ha tomado varias decisiones que en modo alguno han gustado a los trabajadores públicos.

El PNV se encuentra ante un importante dilema: elegir bien su rival. Por un lado, el partido jeltzale corre el riesgo de que parte de sus votantes nacionalistas se vayan a Bildu y hagan a éste el partido más votado. Pero al mismo tiempo sabe que también se le pueden escapar votos hacia PSE y, en menor medida, PP. El perfil de Urkullu es, en apariencia, el de un dirigente más cercano a Josu Jon Imaz que a Joseba Egibar o que incluso Juan José Ibarretxe.

El PP tiene que luchar mientras tanto contra la impopularidad de las medidas que está llevando a cabo Rajoy. Medidas que tiene que justificar y defender, pese a que destacados dirigentes del PP vasco han reconocido en público no gustarles.

Todos ellos han arrancado ya la precampaña, acompañados por otras fuerzas minoritarias que parten con el único objetivo de hacerse un hueco en el Hemiciclo de La Florida.