La mentira de las listas de espera sanitarias
El plazo de consulta sólo arranca tras la consulta con el anestesista
Ángel lleva varios años con dolores en la rodilla, provocados por una calcificación del cartílago. En diciembre del 2010 fue derivado al traumatólogo. Tras varias visitas al traumatólogo, con radiografías y resonancia magnética de por medio, el 20 de junio le confirman que es necesaria una operación.
Desde entonces han pasado ya 10 meses sin recibir una fecha para la operación. Meses en los cuales el estado de la rodilla se ha agravado, aunque ha llegado incluso a afectar a otras partes del cuerpo: "Debido a la cojera, empiezo a notar dolores en la cadera".
54,8 días oficiales
El caso de Ángel, que no es el único, contrasta con las cifras que transmiten desde Osakidetza, quienes aseguran que la lista de espera acumula sólo una demora media de 51,8 días para ser operado (menos de dos meses). En Txagorritxu el retraso está en los 49 días y en 54 en Santiago. Traumatología, con 57 días de espera media, es la especialidad con mayores retrasos.
Sin embargo, cuando uno se acerca a diferentes pacientes, como el caso de Ángel, ve que la realidad no es exactamente esa, y que las cifras se incrementan de forma importante en muchos casos. Osakidetza (como la mayoría de los servicios territoriales de salud) maquilla esas cifras, dado que las listas de espera no incluyen todo el proceso de espera para la cirugía, sino a partir del momento en que queda confirmada la cirugía oficialmente. Es decir, cuando el paciente da el consentimiento y firma la aceptación de la operación, generalmente en la visita al anestesista, una cita para la cual suele pasar un tiempo en ocasiones superior al que media entre el anestesista y la operación.
Pero para llegar a esa cita en algunos casos pasan meses. Meses que no quedan contabilizados en las cifras oficiales, y que permiten a los dirigentes médicos engañar y presumir de unas cifras irreales. En el caso de Ángel, el 8 de enero firmó ante el anestesista la autorización para la cirugía y empezó a entrar, entonces sí, en las listas de espera. De esta forma, para Osakidetza de momento la espera se sitúa en los 4 meses, frente a los más de 10 meses que en realidad han transcurrido.
GasteizHoy también ha tenido acceso al caso de un paciente vitoriano, que prefiere no dar su nombre, pero lleva más de medio año esperando una operación por una hernia inguinal, y aún sigue sin fecha. El paciente, jubilado, aguarda una llamada para poder volver a retomar una vida normal.
Los dos ejemplos de GasteizHoy contrastan con la frialdad con la que Osakidetza ofrece los datos de listas de espera, maquillándolas y omitiendo el plazo previo a la consulta del anestesista. Como si los destinatarios de esas informaciones no pudieran comprobar que esos datos no se cumplen.
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