La Virgen Blanca: el pozo artesiano y el monumento a la Batalla de Vitoria

30 enero, 2013

La estampa de la ciudad ha sufrido numerosos cambios a lo largo de los siglos

GasteizHoy abre desde este miércoles una ventana a la Vitoria de ayer. Esa ciudad de finales del XIX y principio del XX, que algunos llamaban de "curas y militares", ha cambiado mucho desde entonces. Algunas ubicaciones son hoy prácticamente desconocidas para los vitorianos. Otras aún conservan su magia e, incluso, algunos de sus detalles más característicos.

Qué mejor forma de empezar, en cualquier caso, que con la postal más vitoriana. Nos ubicamos en la Plaza de la Virgen Blanca, anteriormente conocida como Plaza Vieja o Plaza del Mercado. Con su remodelación en 2007 la Plaza perdió un aspecto que había mantenido durante prácticamente todo el siglo XX, desde la inauguración del monumento en 1917.

El monumento a la Batalla de Vitoria se erige en protagonista del lugar tras el centenario a la Batalla de Vitoria. Los jardines y los paseos convergen en el mismo lugar, convirtiendo al monumento en símbolo de la ciudad. Un monumento que, por cierto, precisa de una urgente restauración. para poder llegar a su centenario. Soldados, ciudadanos y caballos convergen en una obra que escenifica la huida de los franceses.

Anteriormente, el final del Siglo XVIII fue una época de cambios para la plaza, aunque la acción más curiosa llegó con la construcción de un pozo en la mismísima plaza de la Virgen Blanca. Ya no era suficiente con el agua de los Ríos Abendaño, Zapardiel y Batán, y el consistorio encargó la realización de un pozo artesiano para obtener agua del acuífero vitoriano. Un pozo que acabó siendo un auténtico fracaso y motivo de chanza de muchos vitorianos. El pozo no supuso ni un euro para las arcas vitorianas, pero dejó entre 1877 y 1881 una curiosa imagen presidiendo la plaza. Durante muchos años nuestra ciudad mantuvo el récord de perforación, con 1.021 metros, lo que quedó reflejado en una lápida que desapareció en 2007.

Fue 1884 cuando por fin el suelo de la Virgen Blanca escupió agua. El truco estaba en que se trataba de una tubería construida para la traída de aguas del Gorbea.

Antes y después de la construcción del pozo, la plaza tuvo diversos diseños, así como diversos nombres. Formas variadas en algunos casos similares a la explanada que es hoy y en otros una plaza llena de vida, con árboles, kioskos y puestos en los días de mercado.