Las chuches de nuestra infancia: Zipi y Zape desaparece y Gamusi está en venta

24 marzo, 2013

Otras tiendas míticas corrieron una suerte parecida hace ya años

la foto (24)Hay establecimientos y locales que a uno le recuerdan lo que fue su infancia, allí donde aprovechaba al máximo parte de su paga para hacerse con chucherías y golosinas para saciar el apetito. Cada generación tenía su kiosko o tienda.

Y probablemente desde este fin de semana muchos vitorianos se sientan más nostálgicos, con la desaparición de una de esas tiendas de Chuches más identificativas: Zipi y Zape.

Este pasado viernes la Avenida Gasteiz perdía el luminoso de esa tienda. Los dos hermanos más míticos de la Editorial Bruguera ya no forman parte de la principal arteria del oeste de Vitoria, y en su lugar se ha instalado una nueva franquicia de panadería.

Aunque ésta fue su primera tienda y también ha sido la última, Zipi y Zape llegó a tener también tiendas en el centro de la ciudad, concretamente en Siervas de Jesús y en la Calle Postas. De hecho, muchos recordarán el olor a goffre que desprendían estos establecimientos.

20130324-160008.jpgA la desaparición de Zipi y Zape se le une la situación en la que se encuentra Gamusi, la tienda de golosinas del Barrio de San Martín. Ubicada entre Beato Tomás de Zumarraga y Argentina la tienda permanece abierta pero en busca de un nuevo comprador. Este comercio, que anteriormente estaba ubicado en la lonja de al lado, ya fue traspasado hace años.

San Martín es un barrio en el que los clientes de ese local con la cara de Garfield se han hecho mayores. La juventud de esa zona es ahora la de los nietos y los hijos de quienes hace 30 años fueron a vivir a esas viviendas y que ahora visitan tan sólo de vez en cuando la zona.

A la espera de encontrar comprador, Gamusi busca sobrevivir al paso del tiempo. Zipi y Zape no lo ha logrado y ha corrido la misma suerte que otras tiendas de toda la vida, como Dulces Dani (frente a Jesús Obrero). No deja de ser, en cualquier caso, ley de Vida. Y si no que le pregunten a aquellos que rondan los 50 y aún recuerdan con cariño el Quiosco de 'La Nieves'.