Las empresas alavesas notan ya una "preocupante" desaceleración económica
Empresas alavesas notan ya una caída en los pedidos y en la producción
¿Llega otra crisis económica? Eso es lo que temen las empresas alavesas. O, mejor dicho, lo que empiezan a notar. Casi la mitad de empresas consultadas por SEA aprecia una desaceleración ahora mismo. Y esto tiene mucho que ver con el contexto internacional, con la incertidumbre y las guerras comerciales cruzadas de Europa con China y con EEUU. Por eso las empresas exportadoras (y en Álava son muchas) son las más vulnerables a esta incertidumbre.
"La desaceleración del mercado es, hoy por hoy, una realidad preocupante. Aunque, gracias a la fortaleza y diversificación del tejido empresarial alavés, la situación aún no es alarmante. Las previsiones para los próximos meses mantienen esta línea negativa, ya que más de la mitad de las empresas consideran que esta evolución se acentuará de aquí al verano.
Tres de cada cuatro empresas alavesas consultadas por SEA esperan en 2025 tener resultados iguales o peores que en 2024. El barómetro de SEA cuenta con 125 empresas consultadas de todo tipo, sector y tamaño. La mayoría son, eso sí, empresas del sector industrial, el de más fortaleza y el más sujeto al mismo tiempo a posible inestabilidad.
La cartera de pedidos es débil o muy débil para la mitad de empresas consultadas, y la mayoría producen hoy menos que hace unos meses
Además, la cartera de pedidos desciende, y para la mitad de las empresas consultadas es débil o muy débil. De hecho, el 54% de las empresas produce menos que hace unos meses. Pese a ello, solo 19% de las empresas asegura que tendrá que reducir plantilla en los próximos meses.
El mayor problema está en las exportaciones. Así, mientras que para la mayoría de empresas el mercado español se mantiene o incluso aumenta, el 48% de las empresas aprecia descensos en la exportación.
Preocupación por el absentismo
Entre las preocupaciones de las empresas, destaca por encima de todas ellas el elevado índice de absentismo, seguido por los costes laborales y la dificultad de contratación de nuevos profesionales.
Ante esta situación de incertidumbre y desaceleración, las demandas del empresariado alavés son claras. En primer lugar, la reducción de la fiscalidad empresarial se perfila como una necesidad urgente para dar margen de maniobra a las empresas y fomentar la competitividad en un entorno cada vez más complejo.
Asimismo, las empresas reclaman que las instituciones no intervengan en el ámbito de las relaciones laborales y la negociación colectiva, entendiendo que un entorno flexible y adecuado a las realidades del mercado es fundamental para que las organizaciones puedan adaptarse rápidamente a las cambiantes circunstancias. Y para que, en paralelo, se genere por parte de todas las
instituciones públicas un apoyo decidido con el fin de proteger la industria europea como garante de nuestro estado del bienestar.
Resumen del informe
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