Las mejores fiestas de Vitoria desde [inserta tu fecha]
Vitoria-Gasteiz vive las fiestas más participativas que se recuerdan en muchos años
Las sensaciones son, siempre, subjetivas. Y por eso en el titular no hemos puesto el año. En la redacción no nos ponemos de acuerdo: ¿Hace cuántos años Vitoria no vivía unas fiestas tan positivas? Dejamos que tú le pongas el año que quieras.
La unanimidad es casi total: hacía mucho tiempo que Vitoria-Gasteiz no vivía unas fiestas similares, tan populares y participativas. Prácticamente todo se ha unido para que La Blanca 2022 haya cumplido con creces su objetivo: volver a disfrutar y olvidar la pandemia que nos dejó año y medio sin apenas vida social. Habrá aún nostálgicos que digan "Las fiestas de Vitoria ya no son como las de antes". Y tienen razón, pero Vitoria-Gasteiz avanza y las fiestas se adaptan: cumplen el objetivo de divertir y ayudar a desconectar.
Incluso el tiempo ha acompañado: han sido días sin excesivo calor, y sin excesivo frío. La lluvia caída la noche del 8 de agosto fue breve, pero vino acompañada de una espectacular tormenta eléctrica, que generó en varias ocasiones gritos de asombro en la noche festiva.
El Celedón más emotivo
Ya prometían las fiestas con el ambientazo en Celedón. Una plaza que se llenó para recibir a Celedón, en una de las bajadas más rápidas que se recuerdan. Hay respeto por Celedón. Un respeto que emociona. Los acompañantes apenas tuvieron que pelearse con los presentes: el pasillo que los asistentes hicieron a la comitiva era inimaginable hace apenas 5-6 años.
Porque es posible celebrar, estar de fiesta y respetar. También en La Blanca 2022 ha habido quienes no entienden la palabra respeto, pero por suerte han sido actitudes muy aisladas que la sociedad rechaza cada vez de forma más mayoritaria.
Quédate ha sido sin duda la canción de las fiestas. Aunque ¿fue antes el huevo o la gallina? La canción sonó en Celedón con mucha fuerza, y el vídeo grabado por Gasteiz Hoy ha dado la vuelta al mundo. Desde entonces cada vez que sonaba la canción la reacción era similar: todo el bar, la cuadrilla o la calle se venía arriba para cantarla. ¿Cuántos fans de Bizarrap y Quevedo vendrán en La Blanca 2023?
Las televisiones de España también han dedicado tiempo en sus informativos para hablar de La Blanca. Nuestras fiestas son únicas, y muy atractivas visualmente. Pocas provincias pueden presumir de un chupinazo como el de Celedón.
Turistas y visitantes
Nunca antes Vitoria-Gasteiz había atraído tanto visitante y turista a La Blanca. Por turista entendemos alguien que viene a conocer la ciudad, en muchos casos sin saber que son fiestas. Y por visitante aquel que viene de provincias cercanas para disfrutar de La Fiesta. Los días 5 y 6 las calles se llenaron de estos segundos. Gente que tiene ganas de fiesta y encontró en La Blanca una excusa para vivirlas. Personas que serán embajadoras de nuestra ciudad y nuestras fiestas de La Blanca.
Las sensaciones son muy buenas en general. Han sido unas fiestas muy participativas. Y, sobre todo, muy populares. Ha sido un año de 10 para los hosteleros, que triunfaron el 4, 5 y 6 de agosto. Días en los que los bares de todo el Casco Viejo facturaron con ganas. Había ganas de fiesta y se notó.
En La Cuesta, Kutxi o Nueva Fuera las calles estaban abarrotadas. La fiesta se extendía desde la mañana hasta la madrugada. Esta es, quizás, la única consecuencia buena de la pandemia: hemos adelantado los horarios y hay más gente que nunca durante la mañana y a mediodía en las calles del Centro de Vitoria-Gasteiz.
Ser blusa está de moda
Unas fiestas en las que Blusas y Neskak han participado como nunca. Hubo un tiempo en el que ser blusa o neska estaba mal visto. Hoy no: hoy miles de jóvenes vitorianos quieren salir en la cuadrilla. Ser blusa o neska "está de moda". Las cuadrillas representan la diversidad de nuestra ciudad: diversidad que, bien es cierto, aún precisa la integración de aquellos alaveses llegados desde otras partes del mundo. Hay algunos en cuadrillas, pero en un número mucho más bajo que la realidad demográfica de Vitoria-Gasteiz.
Los blusas y neskak son cada vez más: Aunque algunas cuadrillas empiezan a tener problemas de gestión. Son varias las cuadrillas que el 5 de agosto superaron las 300 personas. Un número difícil de controlar y que complica mucho las kalejiras, las cenas y otras gestiones necesarias. ¿Cuántas cuadrillas surgirán el año que viene fruto de escisiones?
Blusas y Neskak también han cumplido con el objetivo de divertir: son muchas las actividades que han animado la Fiestas de La Blanca, organizadas por Blusas y Neskak. Actividades con una mejor relación espectadores-inversión que la que han tenido otros eventos organizados directamente por el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz.
Las relaciones entre blusas y neskak son excelentes, más allá de las rencillas entre algunos dirigentes
Las relaciones entre integrantes de Comisión y de Federación son en general muy buenas, sin reproche ni incidente alguno. ¿Puede haber una reunificación? Muchos, en uno y otro lado, no entienden que esa reunificación aún no se haya producido. Unos y otros hacen exactamente los mismos actos y tienen el mismo perfil de cuadrilla. Que un nuevo blusa elija una cuadrilla de Comisión o de Federación solo depende de dónde estén sus amigos o conocidos.
La reunificación se topa aún con un problema: aún persisten en algunos dirigentes de cuadrillas rencillas del pasado, de las que los blusas y neskak rasos no se acuerdan. O, en muchos casos, no tienen ni idea.
¿Qué mejorar?
Entre las cosas a mejorar están los conciertos de Fueros. El pinchazo de Mikel Erentxun fue quizás una de las notas más negativas de la programación: había apenas media plaza en su actuación. Erentxun no está de moda, quizás hubiese sido un concierto más para la Plaza de la Provincia, un espacio más pequeño donde David Civera sí atrajo a muchos fans. Aunque muchos de los conciertos más existosos han sido en Txosnak.
El programa institucional de La Blanca se olvida un año más del público adolescente y joven. Ese público que tiene unos gustos musicales muy distintos al de sus padres. No hay DJs más allá de los que ponen en Txosnak y las propias cuadrillas de blusas. Y quizás sea hora de habilitar un espacio para ello en el centro de la ciudad en La Blanca 2023.
Entre las cuestiones a dar una vuelta están también los precios de las barracas: los cinco euros que costaban algunas atracciones han generado mosqueo entre muchos visitantes a Mendizabala. En Santa Bárbara también hay mosqueo, pero en este caso por la ubicación de los puestos.
También el tema de la conectividad ha estado en boca de muchos gasteiztarrak. Hablar con otras personas en el centro, ya fuera por llamada o por whatsapp ha sido una tarea muy complicada. Durante los momentos de más afluencia, los días 4, 5 y 6, los móviles han sido prácticamente una parte más del atuendo de blusa y neska. ¿Podría solucionar una antena extra temporal este problema? Una antena que ya se colocó en anteriores fiestas de La Blanca?
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