Irantzu Lekue renuncia a hacer el mural de la Avenida Gasteiz

25 octubre, 2018

La artista ha cancelado su mural sonoro en la fachada del número 81 por la "presión" que ha sufrido los últimos días

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El mural iba a estar situado en la fachada de las letras del hotel, que no se pueden retirar.

Irantzu Lekue ha renunciado hoy jueves a realizar el mural de la Avenida Gasteiz. La fachada del número 81 no tendrá finalmente el mural sonoro que anunció a principios de semana. Tras la denuncia del colegio de arquitectos, la artista ha optado por alejarse de la polémica y cancelar su nuevo proyecto, que iba a comenzar precisamente hoy: "Estoy triste y sorprendida. Sorprendida por el poder que ciertos grupos de presión pueden llegar a tener en nuestra ciudad".

A pesar de contar con el apoyo de los vecinos del edificio y con las instituciones, Lekue ha renunciado "por la presión" a la que está siendo sometida. "Renuncio para que la polémica se establezca en los cauces que nunca debió salir; alrededor de una mesa, de la negociación y del acuerdo", ha declarado esta mañana la artista.

Además, Lekue también carga contra el colegio de arquitectos: "Es de poca seriedad solicitar la paralización de una obra a través de los medios de comunicación. El cauce son los tribunales a los que no han acudido". La artista asegura que ha recibido varios ataques personales en redes sociales por parte de algunos arquitectos.

También anima a este colectivo a que "encabece la lucha por la poesía visual de este edificio", confiando en que al menos "el cartel de la pared deje de lucir roña y óxido", referido a las letras del hotel que cuelgan en la fachada. El equipo de ARTgia está extrañado por la reacción de los arquitectos, debido a su reacción: "¿Dónde estaban cuando el Hotel General Álava rompió la poesía visual con esas letras?"

La gasteiztarra ha afirmado que ha recibido el apoyo constante del Ayuntamiento, y espera llevar el mural a otra ubicación. El proyecto original para este mural basado en el concepto de bienvenida estaba situado en la calle José Erbina. Finalmente se canceló por decisión de los vecinos del edificio, trasladándose a la Avenida Gasteiz. El concepto era el mismo: establecer un mural con un código QR que, al escanearlo, salieran pistas musicales alavesas relacionadas con la obra.

Para evitar posibles conflictos, Lekue propone la elaboración de un mapa de paredes muralizables por parte de la administración pública. En su comunicado completo también explica cómo tuvo que renunciar a dos de los tres proyectos muralísticos que ganó en 2017, quedándose el del mural sonoro. También defiende el movimiento muralista de los últimos tiempos en Vitoria-Gasteiz, que "visibiliza el arte producido por mujeres".

  • Comunicado completo de Irantzu Lekue

  • Denuncia del colegio de arquitectos

El colegio de arquitectos reclamó el pasado martes "su inmediata paralización al considerar improcedente la elección de este inmueble por su valor ambiental y arquitectónico". El colegio explica su rechazo porque la fachada no es una medianera y se ha de entender como un elemento que dota de unidad al conjunto residencial. A ello se suma "el material noble utilizado, un aplacado de piedra natural en continuidad con el resto del edificio y en claro diálogo con el otro testero".

En realidad estas fachadas guardaban una uniformidad con el propio hotel General Álava, antes de su reforma. Los edificios del entorno mantenían el mismo estilo desde su construcción. Una uniformidad que desde el hotel se rompió hace años con la última reforma.

El colegio de Arquitectos reconoce que "dichas fachadas necesitan una limpieza en profundidad, que mejorarían notablemente la calidad del edificio". El edificio se encuentra en la lista que realiza el COAVN Álava para presentarla al registro DOCOMOMO, como uno de los edificios singulares del movimiento moderno. El autor de este edificio de 1966 es Enrique Marimón, uno de los arquitectos imprescindibles de la segunda mitad del XX, que cuenta con otro edificio reconocido por el DOCOMOMO, ubicado en el paseo de la Senda número 1.

La Junta del COAVN Álava asegura que la ley de propiedad intelectual asiste a los arquitectos, por lo que considera "fuera de lugar que ni siquiera se haya consultado ni pedido autorización al autor del proyecto".