Dar nombre a una calle: ¿Quién fue María Sarmiento?

2 diciembre, 2023

María Sarmiento fue promotora junto a su marido del Hospital de Nuestra Señora del Cabello

"¡Tiene calle!". Es la respuesta habitual cuando, en las visitas culturales por el cementerio de Santa Isabel de Vitoria-Gasteiz, señalo a algún ilustre. Puede que no sepan quien fue o que hizo, pero le conceden inmediatamente la categoría de  ilustre porque tiene calle.

¡Qué pocas veces sucede lo mismo cuando señalo a alguna ilustre! Solamente Loreto Arriola, Micaela Portilla… Pero parece que poco a poco se van incluyendo más nombres de mujer en nuestro callejero. Porque, desde luego, no es por falta de méritos. Todos sabemos cuál es el motivo y me alegra sinceramente que esa brecha de género (una de tantas) se intente subsanar.

Es posible que muchos piensen que este reconocimiento “vial” no significa mucho. La mayoría de los insignes varones que nombran nuestras calles son “ilustres desconocidos” incluso para los que tienen la vivienda en esa localización. No saben nada del personaje o con suerte una simple pincelada… Y sin embargo es tan contundente y significativo el “¡Tiene calle!”.

A través de este blog hemos presentado a algunos de ellos, algunas que ya tienen su calle y otras que la tendrán en breve, como Daria Ymbert, Basilisa Turrios… Y muy pronto empezarán las obras de acondicionamiento de la Plaza María Sarmiento.

Vitoria-Gasteiz pondrá nombre a 9 espacios que hasta ahora no lo tenían, todos ellos dando protagonismo a mujeres alavesas

María Sarmiento

María Sarmiento yace en el monasterio de Quejana en el valle de Ayala, su figura aparece representada en el retablo y en el sepulcro que ocupa junto a su esposo. Una dama medieval, una dama que yace con un león a sus pies. Una mujer con poder.

Vivió en el siglo XIV-XV (1385-1438), era hija de la infanta Leonor de Castilla y Diego González de Sarmiento, biznieta de Alfonso XI, una dama noble que heredó además de una cuantiosa suma, tierras en Ayala y el señorío de Salinillas de Buradón.

No es casualidad que poseyendo tierras y rentas en Ayala se casara con el heredero del señorío, Fernán Pérez de Ayala. Hasta aquí nos puede parecer una dama del medievo sometida a un matrimonio de conveniencia y lejos de la toma de decisiones.

María de Sarmiento

María Sarmiento junto a Leonor de Guzmán.

Pero María fue la que tomó las riendas para reunir a las familias Gamboinas y las Sarmiento e impedir a Martín Ruiz de Avendaño la ocupación por las armas del valle de Orozko. Prueba de la consideración en la que la tenían es que fue elegida como jueza en dos ocasiones. La primera en 1426 y la segunda en 1432, las partes litigantes la eligieron por ser una arbitradora ejemplar.

Fue promotora junto a su marido del Hospital de Nuestra Señora del Cabello (si, también tiene calle y antes que ella) y el Hospital de Santa Ana en Salinillas de Buradón. Y desde luego, quien haya visitado el monasterio de Quejana recordará el magnífico sepulcro y el retablo… (La copia, porque el original lo vendieron las mojas de aquella manera a un museo de Chicago.).

Una mujer culta, escribía poesía, y resolutiva, con reconocida capacidad para dirimir conflictos, que no dudaba en enfrentarse por las armas al enemigo… ¡Qué menos que una plaza para recordarla!

Amadeo García Salazar

Porque es un homenaje y una manera de mantener la memoria. Aunque parezca un nombre que ha olvidado su procedencia, está ahí para recordarnos quienes fueron. Y muchas veces un acicate para recuperar la memoria de manos de la curiosidad.

amadeo garcia salazar

Porque… ¿Cuántos aficionados seguidores del Alavés se han preguntado por qué se llama la plaza frente al estadio de Mendizorroza Amadeo García Salazar? Seguramente que unos cuantos, y esos habrán descubierto a un médico, uno de los fundadores de la Alianza Nacionalista Vasca (ANV), que fue promotor y entrenador del Deportivo Alavés, entrenador de la selección estatal.

Aquella que eran los leones rojos y se enfrentaron en 1934 en la final con el equipo de la Italia de Mussolini, y en el que los árbitros no fueron demasiado imparciales.

Puente del Duende

¿Y quién no se ha preguntado a que viene eso del Puente del Duende? ¿Es que teníamos alguno de esos seres fantásticos por aquí? Sí y no. Teníamos un duende, el Duende del Campillo, que así firmaba Norberto Mendoza Karl en los artículos para El pensamiento Alavés.

Fue primer teniente de Alcalde y Alcalde en funciones en los años 40 y escribía a menudo sobre temas relacionados con el urbanismo de la ciudad, sobre todo insistiendo en la peligrosidad del paso a nivel de la zona de San Cristóbal (solo existía el paso de San Antonio). Tanto que al final se aprobaron las obras y recibió ese nombre en honor a su perseverancia.

Norberto Mendoza

Por cierto, en otro panteón del cementerio de Santa Isabel, el de otro columnista preocupado por la ordenación urbana, Carlos Pérez de Uralde,  encontramos uno de los epitafios más curiosos de nuestro camposanto: Que conste que yo no quería.

Y ahondando en las casualidades, en el mismo espacio que ocupa éste, existió un panteón anterior con un epitafio aún más inusual y con una historia muy particular sobre su inquilino… Pero eso lo contaremos en el próximo artículo.