Marionetas gigantes contra los recortes en cooperación

10 diciembre, 2013

​La Coordinadora de ONG de desarrollo de Euskadi, formada por 84 ONG vascas que trabajan en cooperación internacional, ha organizado una acción de denuncia para protestar por el incumplimiento, nuevamente, de la Ley Vasca de Cooperación. “No es de recibo que un gobierno que representa a una sociedad que históricamente se ha mostrado solidaria y […]

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​La Coordinadora de ONG de desarrollo de Euskadi, formada por 84 ONG vascas que trabajan en cooperación internacional, ha organizado una acción de denuncia para protestar por el incumplimiento, nuevamente, de la Ley Vasca de Cooperación. “No es de recibo que un gobierno que representa a una sociedad que históricamente se ha mostrado solidaria y comprometida con la lucha contra la pobreza, siga sin cumplir una ley aprobada en 2007”, manifiestan. Con esta reivindicación han querido demostrar que los recortes en cooperación están teniendo ya un claro impacto en muchas personas. “Miles de personas de países empobrecidos que, gracias a la cooperación internacional impulsada desde Euskadi, estaban viendo mejoradas sus condiciones de vida en materia de educación, salud, promoción de la equidad entre mujeres y hombres, participación en los asuntos públicos, acceso al agua potable y sistemas de saneamiento, lucha contra el hambre y sus causas… están quedando de lado. También se están viendo afectadas iniciativas de nuestro entorno que buscan la sensibilización de la ciudadanía vasca para lograr un mundo más justo y acciones a favor de una ciudadanía crítica y comprometida con la justicia internacional y la defensa de los derechos humanos”.

​En esa recreación distintos personajes han simulado el ahogamiento al que los gobernantes están sometiendo a las ONG de desarrollo, representantes a su vez de una sociedad civil que reivindica la lucha contra la pobreza y la desigualdad. Se ha podido visibilizar cómo las personas responsables de los recortes en cooperación han contribuido a frenar la capacidad transformadora de esta política que busca hacer frente a la pobreza y a las desigualdades, atajando sus causas y paliando sus consecuencias en las poblaciones más vulnerables.

​Desde la Coordinadora de ONG de desarrollo de Euskadi alertan también de que “lamentablemente llueve sobre mojado, puesto que en 2013 se han destinado a cooperación 32 millones de euros, frente a los 50,6 del ejercicio 2012”. Afirman que son conscientes de la actual crisis global y de las dificultades presupuestarias derivadas pero “consideramos fundamental mantener los compromisos adoptados con la cooperación internacional, pues se trata de una cuestión de voluntad política y compromiso solidario. Es en momentos de crisis cuando las personas deben ser la prioridad absoluta de todas las políticas”, sentencian.

​Desde este colectivo reclaman al actual Gobierno vasco que “escuche las necesidades de las personas más vulnerables, tanto de nuestro entorno como de los países empobrecidos y que rectifique la propuesta inicial de los presupuestos para 2014 de manera que recojan y apliquen los compromisos políticos y sociales vigentes en materia de cooperación al desarrollo”. Asimismo, “solicitamos a todos los partidos políticos con representación en el Parlamento vasco que igualmente exijan que se mantenga este compromiso por la solidaridad internacional, ya que especialmente en estos momentos de crisis es cuando debemos mostrar los verdaderos valores que nos mueven como sociedad”. Recuerdan también que en junio fue aprobada una proposición no de ley en el Parlamento vasco en la que éste instaba al Gobierno vasco a que, a pesar de la crisis, apuntale las políticas de cooperación que se desarrollan en Euskadi.

​Recuerdan que “la solidaridad con las personas más vulnerables es irrenunciable. Acabar con la pobreza y la exclusión es posible y es una obligación ética y política para el cumplimiento de los derechos humanos. Todo ello es posible con unos presupuestos sociales y solidarios”.

​La cooperación vasca ha sido todo un referente en el Estado en los últimos 25 años, no solo por el volumen de fondos destinado desde las instituciones públicas, sino especialmente por la calidad de las políticas de cooperación implementadas, por su planteamiento a largo plazo y por su compromiso con el enfoque de derechos, la equidad de género y el empoderamiento de las mujeres.

Las políticas públicas de cooperación al desarrollo, llevadas a cabo gracias al esfuerzo de una sociedad vasca comprometida y preocupada por la pobreza y las desigualdades, son un legado de sus habitantes, cuyo liderazgo solidario han ejercido con orgullo durante mucho tiempo. Por tanto, “no se puede arrebatar a la sociedad lo que durante tanto tiempo se ha logrado fruto del consenso y del acuerdo entre ciudadanía, partidos políticos, organizaciones sociales e instituciones públicas”, finalizan.