Maroto propone 10 años de Padrón para cobrar RGI, haber cotizado y que los perceptores realicen trabajos comunitarios

7 octubre, 2014

El alcalde de Vitoria, Javier Maroto, ha reaparecido hoy tras su operación de Peritonitis en Madrid, y lo ha hecho en una tensa rueda de prensa, en la que ha recuperado el debate sobre las ayudas sociales. Maroto ha presentado siete propuestas para modificar la concesión de la RGI. Medidas que dejarían fuera a muchos […]

Javier Maroto RGI

Maroto, en su primera rueda de prensa tras la operación

El alcalde de Vitoria, Javier Maroto, ha reaparecido hoy tras su operación de Peritonitis en Madrid, y lo ha hecho en una tensa rueda de prensa, en la que ha recuperado el debate sobre las ayudas sociales. Maroto ha presentado siete propuestas para modificar la concesión de la RGI. Medidas que dejarían fuera a muchos extranjeros, pero también a amas de casa o estudiantes, aunque manteniendo siempre al margen las ayudas destinadas a los pensionistas.

El alcalde ha pedido establecer una antigüedad mínima de 10 años en el Padrón (ahora son tres años), acreditar vida laboral previa y haber cotizado a la Seguridad Social. En este caso también quedarían excluidas, por ejemplo, amas de casa que nunca han trabajado o estudiantes que, tras acabar la carrera, no encuentran un empleo.

Además ha reclamado que los perceptores de RGI en edad y condiciones de trabajar puedan realizar trabajos en beneficio de la comunidad. Esta norma ya existe, pero en realidad no se aplica. Estos trabajos deberían ser puntuales, y no deben ser aquellos que la administración realiza.

Asimismo Maroto ha insistido en que una persona condenada no puede cobrar RGI: "Los delitos pueden ser debatibles, pero deberían incluirse aquí los delitos contra la vida y la integridad de las personas, delitos de drogas, abusos sexuales, la violencia de género y los delitos contra el patrimonio".

Maroto ha incidido en que las personas en situación irregular no pueden acceder a la RGI: "Una persona que accede a la RGI tiene derecho de por vida a un sueldo vitalicio, porque no hay proceso de inserción para personas en situación irregular y nunca pueden firmar un contrato de trabajo al encontrarse en situación irregular".

El alcalde también cree necesario modificar la valoración del patrimonio. "Ahora mismo una persona que tiene una huerta ve cómo no tiene ayudas porque esta huerta comprende ya el patrimonio". El alcalde también ha incidido en que la RGI no debe destinarse a enviar remesas al extranjero, como ha asegurado que ocurre ahora mismo.

Sueldo vitalicio

La Renta de Garantía de Ingresos es concedida por Lanbide, el Servicio Vasco de Empleo, y teóricamente es una ayuda provisional, pero en algunos casos se perpetúa. Maroto ha incidido en que "se está permitiendo sueldo vitalicios a muchas personas" y ha llegado a asegurar que "en Melilla dicen que vayas a Vitoria" para cobrar ayudas sociales. Eso sí, posteriormente el alcalde ha matizado estas palabras. "Para evitar el estigma de inmigrante igual a fraude puse de ejemplo el diferente comportamiento que existe por nacionalidad", ha incidido, recordando la entrevista en Ser Vitoria.

Maroto no ha entrado sin embargo a valorar el aumento de la crispación que se está produciendo en la calle últimamente. "No puedo entrar a valorar lo que piensa una persona por la calle".

Sin embargo el alcalde ha asegurado que le duelen algunos de los calificativos lanzados hasta ahora: "Me duele a mí en lo personal que se me acuse de querer segregarlos cuando me he pasado la vida defendiendo la diferencia. Me parece injusto y me duele especialmente". Maroto ha diferenciado hoy entre fraude y abuso, incidiendo en que él se ha referido al abuso. Para ello ha vuelto a incidir en los datos que se refieren a la percepción de las ayudas sociales, pero no al abuso.

Al ser preguntado si se pone en la piel de quienes quedarán fuera del sistema con las nuevas condiciones, Maroto ha reconocido que sí se pone en la piel de otros, pero no precisamente de los inmigrantes: "Me pongo en la piel del otro, me pongo en la persona de gente a la que no le dan la ayuda porque tiene una huerta en el pueblo".