Cultura Exposiciones Joaquín Bárbara y Balza se estrena en el Museo de Bellas Artes

Joaquín Bárbara y Balza se estrena en el Museo de Bellas Artes

Gasteiz Hoy 22 octubre, 2020

El lienzo del Marqués de Villamejor ha sido realizado por el pintor alavés Joaquín Bárbara y Balza

El Museo de Bellas Artes expone desde este viernes el retrato de Ignacio Figueroa, Marqués de Villamejor. El pintor alavés Joaquín Bárbara y Balza realizó este lienzo de grandes dimensiones (210x120 cm), adquirido para la colección del Museo de Bellas Artes en 2018.

La obra cubre uno de los huecos más importantes en la colección del Museo. Pone en valor en la historia del arte vasco este destacado pintor alavés, hasta hace unos años “poco conocido y casi silenciado”.

Ignacio Figueroa, Marqués de Villamejor

Ignacio de Figueroa

Ignacio de Figueroa y Mendieta (Llerena, Badajoz, 1808 - Madrid, 1899), Marqués de Villamejor, fue un célebre empresario y político decimonónico, padre entre otros del conde de Romanones, ministro de Alfonso XIII.

Bárbara recibió el encargo de su retrato probablemente por mediación de su mecenas y protector, Francisco de Alday, con el que Figueroa estuvo relacionado a raíz de sus negocios en la minería. El retratado tenía 87 años cuando se realizó el lienzo, en el año 1895.

Joaquín Bárbara y Balza

Joaquín Bárbara y Balza (1867–1931) fue protegido por unos parientes de Llodio, los hermanos Alday Icabalceta, lo que le permitió comenzar estudios generales en el Colegio Municipal de La Antigua de Orduña y trasladarse más tarde a Madrid.

Obtuvo, por oposición, el primer puesto como pensionado por la Pintura de Historia en la Academia Española de Bellas Artes de Roma, en la cual permanecerá ampliando su formación entre 1895 y 1899.

Tras su regreso a Madrid, se dedicó a satisfacer los encargos de la burguesía y la aristocracia de la capital. Desde 1904 hasta su muerte se empleó como catedrático de dibujo en el Instituto General y Técnico de Santander.

Mientras se recuperaba de un leve accidente doméstico decidió poner fin a su vida disparándose un tiro en su chalet el 10 de septiembre de 1931.

Para su reconocimiento ha sido fundamental el papel del investigador Egoitz Bernaola Luxa (Llodio, 1983). A él se le han encargado los textos de la publicación que acompaña esta muestra, así como los contenidos de los paneles que explican la trayectoria del pintor y la figura del retratado.