Maddi, María y Héctor tienen las mejores notas de Selectividad de Álava
Los 3 jóvenes han sacado las mejores notas de la Selectividad en Álava
Mucho estudio y preparación y pocos nervios. Es lo que se esconde tras Maddi Agirre, María Gracia y Héctor Mínguez. El podio de las mejores notas de Selectividad de Álava. Una prueba que ha superado el 98,07% del alumnado. Pero, en su caso sobre todo, lo han hecho con nota. Notaza. Gasteiz Hoy ha hablado con los tres para conocer sus sensaciones y cuál será su futuro con semejante currículum.
Maddi Agirre Epelde
Maddi esperaba buenas notas. Pero no como para ser la mejor de la Selectividad en Álava. Un 9,83. Casi nada. "No pensaba que iba a hacerlo tan bien", confiesa sonriente. Aún no se lo cree del todo. Aunque esta alumna de Armentia Ikastola se lo ha currado durante todo el curso. Todos los días.
Y claro, esa preparación le dio la seguridad necesaria para dejar los nervios a un lado a la hora de la verdad. Sin tilas, valerianas ni repasos frenéticos de última hora a las puertas del aula. "He visto a gente pasarlo muy mal, pero yo me lo tomé con calma e iba tranquila. Además, sabía que con mi nota iba por encima de la que pedían para la carrera", justifica.
Sus dieces en Matemáticas y Física (los que más le ponderaban para la nota final) destacan. Sin desmerecer los buenos resultados en otras materias. "Las lenguas también me han ido bien, es que me gusta leer y nunca he tenido dificultad para escribir", reconoce.
Aun así, su sueño es estudiar Matemáticas, y ya tiene destino. El campus de Leioa. Cerca de casa. "Estudiar se me da bien, pero cocinar y cosas de casa no tanto, así que, por ahora...", ríe. Pero eso será a partir de septiembre. Ahora, sus planes más acuciantes son desconectar y dormir. Y tiene la fórmula perfecta para lograrlo: "no tengo planes fijos, pero sí iré por las fiestas. Las de Vitoria que no falten, claro. Y luego con la familia a algún lado".
María Gracia Magaña
9,69. Es la segunda mejor nota de Selectividad en Álava. La ostenta con orgullo María Gracia Magaña. Esta alumna de Corazonistas aún está asimilando la noticia. Aunque la sorpresa no ha sido tanta para su entorno más cercano. "Mis amigas ya se lo esperaban, ellas tenían más confianza que yo", confiesa.
Y eso que María salió de los exámenes "muy contenta, tenía la sensación de que lo había hecho bien". Claro que, para eso, ha estudiado "un montón" durante todo el año. El último curso escolar ha estado centrado casi exclusivamente en preparar esta prueba, que puede abrir las puertas (o al menos facilitar el acceso) al futuro soñado.
"Estábamos enfocados a tope para sacar bien los exámenes", añade. Y eso ha servido para que, pese a los nervios iniciales, estos se evaporaran nada más hacer el primero. "Ahí ya se pasaron, piensas, ¡si llevo toda la vida haciendo exámenes!", explica. Con ese mantra en mente, no es de extrañar que asegure que "ninguno" le resultó difícil. Mucho menos los de sus materias favoritas, Matemáticas y Física.
Porque María quiere estudiar Ingeniería en Automoción. Y cerquita de casa, en el campus vitoriano de la UPV/EHU. Con las notas de Selectividad en la mano (o en el móvil) ya puede realizar la preinscripción y ordenar sus preferencias. En julio tendrá la respuesta. Pero está tranquila. Su nota supera el corte de la carrera.
Así, con la satisfacción de los deberes hechos y objetivos cumplidos, María afronta un verano completo y variado. Lo primero, un curso de francés en Francia gracias a una beca que ganó del Gobierno Vasco. Y, a la vuelta, vacaciones con sus aitas y hermano en Donosti y Zaragoza, donde tiene familia.
Héctor Mínguez Castillo
Héctor ha obtenido la tercera mejor nota de Selectividad: 9,68. Nos atiende desde Salou, donde ya lo está celebrando con su cuadrilla. Un premio muy merecido tras un año intenso "y difícil" en el que, reconoce, Historia ha sido la asignatura que más tiempo le ha consumido. "Se me hacía más cuesta arriba, era mucha información", confiesa.
Más a gusto hizo los exámenes de Matemáticas y Química. Física, que también le gusta, lo tenía en la recámara por si acaso, pero no lo necesitó. Sentía que lo estaba haciendo bien. ¿Su secreto? Mentalidad positiva, nunca negativa. "Iba pensando en que iba bien, que los exámenes me salían e iba prueba a prueba", comparte este alumno de Urkide. Partido a partido. Pura mentalidad cholista.
Y funcionó. "Es una pasada, no me esperaba tanto", asegura con entusiasmo. Eso sí, tan buena nota le genera una disyuntiva de cara a la carrera. Quiere cursar Ingeniería Biomédica. Y puede elegir qué destino le atrae más. O bien su idea inicial de la madrileña Carlos III o animarse al título que la UPV/EHU estrena en inglés en Bilbao. "Me habían hablado muy bien de la Carlos III, pero Bilbao es nueva y tiene buena pinta, no sé, lo tengo que pensar", reflexiona.
Mientras lo hace, exprime la escapada a Salou. Y, salvo unos pocos días de un curso preparatorio en Urkide, el resto de su verano pasa por disfrutar de mil planes con familia y amigos. "Me lo he ganado", se despide risueño.
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