La memoria del Banco de España

Interior del Banco de España (Enrique Guinea). Foto del Archivo Municipal

Los edificios son parte de la memoria de una ciudad. Y el del Banco de España lo fue durante muchos años. La reconversión de este espacio en el memorial de las víctimas ha provocado el derrumbe interior del edificio. El nuevo edificio se levantará sobre la antigua fachada del Banco de España, pero por dentro nada recordará al antiguo uso de este espacio.

El Banco de España se construyó en 1920, tras el incendio del Teatro Principal. Durante 84 años estuvo abierto y atendiendo al público como sede en Álava del Banco de España. El edificio estaba presidido por un patio central en el que los funcionarios atendían a los contribuyentes.

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Un estilo antiguo que recuerda a los bancos que aparecen en muchas películas. Una institución a la que muchos vitorianos acudieron a comienzos de siglo para cambiar las pesetas por euros, haciendo cola en dicho patio central. En los sótanos se encontraban las cajas fuertes.

Durante cerca de 10 años el edificio permaneció vacío, sin saber qué uso darle. Algo parecido a lo que sigue ocurriendo con el ala este del edificio del Ministerio de Interior en Olaguibel, allí donde en su día estuvo el Palacio de Justicia. Se habló de ello como Gasteiz Antzokia y, finalmente, el Ministerio de Interior y el ex alcalde Javier Maroto encontraron un uso: memorial de las víctimas del terrorismo.

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El Memorial debería inaugurarse en 2017, según los cálculos del ministerio. Lo hará en un edificio completamente renovado en su interior. El espacio recordará a las víctimas del Gal y de ETA. No habrá espacio para el terrorismo yihadista, ya que habrá para ello una subsede en Madrid. El memorial nació con polémica desde varios bandos: por un lado por no reconocer a las víctimas de abusos policiales. Por otro lado desde la AVT se criticó su ubicación en Vitoria, ya que debería estar, aseguran, en Madrid.