Mendizorrotza: el barrio residencial y de recreo para la clase dirigente local
Mendizorrotza nació en torno a los Paseos hacia Armentia y en el barrio abundan los servicios dotacionales y las viviendas de alto nivel
Los paseos de La Senda, Fray Francisco, Cervantes y San Prudencio son ruta obligada para cualquier turista que venga a visitar Vitoria-Gasteiz. Y son el paseo más típico para cualquier gasteiztarra.
Desde finales del siglo XIX, alrededor de este eje se fue configurando la zona residencial y de recreo de la clase dirigente local. A comienzos del siglo XX los principales industriales locales y familias más destacadas de la ciudad levantaron sus nuevas residencias alrededor del Paseo de Fray Francisco. Todo siguiendo el estilo que marcaba la época. Hasta esa fecha, solo existían en la zona el esbelto campanario de las Salesas erigido en el último cuarto del siglo XIX y algunos caseríos cercanos al parque del Prado.
Durante las primeras décadas del siglo XX junto con las construcciones residenciales se inauguró, con la presencia del entonces Rey Alfonso XIII, el edificio de la Residencia de las Nieves en 1907. Ese mismo año se fundó el “Vitoria Club”, conocido como “El tenis”, siendo el primer recinto deportivo de este tipo en la ciudad situado en la parcela contigua a Ajuria Enea.
No muy lejos de allí, en 1911 en un terreno cedido por Felicia Olave inició su andadura el colegio Corazonistas. Así pues, durante la primera década se configuró esta nueva zona residencial que hasta contaba con su propia iglesia, la capilla del Prado inaugurada en 1905 a encargo testamentario de Eustaquio Fernández de Ezquerecocha para dar servicio a los nuevos feligreses de la zona. Aprovechando la expansión de la zona el consistorio decidió prolongar el Paseo de Fray Francisco con el Paseo de Cervantes alcanzando el Mineral, lugar de recreo durante décadas para la población vitoriana.
En los años veinte la zona recibe un nuevo impulso al calor de una nueva legislación en vivienda y nuevas ideas de urbanismo que pretendían acercar el campo a la ciudad. De esta manera surgió, a iniciativa de un grupo de vitorianos, la Ciudad Jardín con sus característicos chalets de estilo neo vasco proyectados por el arquitecto José Luis López de Uralde. Los años veinte también vieron nacer en la zona el campo de Mendizorrotza donde el Alavés juega sus partidos desde hace casi un siglo.
La crisis de 1929, la inestabilidad de los años treinta unido a la Guerra Civil y la posterior posguerra paralizaron en seco de nuevas construcciones en la zona. Aunque en 1935 empezaron las clases del colegio Vera Cruz en un chalet que, con los años, fue ampliándose hasta configurarse como es hoy en día. Tras la Guerra Civil abrió la clínica 18 de julio y Diputación adquirió el palacio Augustín-Zulueta para establecer ahí el Museo de Bellas Artes.
En 1944 y 1948 los arquitectos Apraiz presentaron dos proyectos de ensanche de la ciudad que, pese a no ser finalmente realizados, sentaron las bases del desarrollo futuro de la zona en el que predominarían las construcciones de baja densidad y espacios deportivos. En uno de aquellos proyectos incluso se planteaba la idea de construir un hipódromo en las cercanías de Aretxabaleta que finalmente no se realizó, pero sí la zona deportiva de Mendizorroza, aunque varias décadas más tarde.
Con los años cincuenta se inician algunos tímidos cambios en la zona. En uno de los extremos del parque del Prado se levantó la fábrica de cremalleras Areitio, derribada en 1993. No muy lejos de ahí se inauguró el Estadio, promovido por la Caja de Ahorros Provincial cuyas instalaciones no han parado de ampliarse y actualmente se encuentran inmersas en un proceso de modernización.
Los sesenta confirmaron la senda de cambios en la zona con la creación de la por entonces denominada “Ciudad Escolar”, origen del actual campus universitario. Las Escuelas Profesionales Diocesanas, la Escuela de Magisterio y Escuela de Peritos junto con el Colegio Menor Manuel Iradier, actualmente desaparecido, formaban esta “Ciudad Escolar”.
Con el paso de los años se fueron incorporando nuevos centros como la Escuela de Comercio en la calle Salvatierrabide, el Colegio Menor Pascual de Andagoya, actual Escuela Oficial de Idiomas, o el Colegio Universitario de Álava, actual IVEF pero ya en la década de los setenta.
Antes de acabar los sesenta se trasladaron los institutos femenino y masculino Ramiro de Maeztu, actual Ekialdea II y Federico Baraibar. También se inauguró en aquellos años el polideportivo de Mendizorroza y de la primera parte de la Clínica Álava, confirmando el carácter dotacional de la zona.
Pero la verdadera transformación de Mendizorroza se inició en los años setenta. Armentia, que hasta entonces no había casi sufrido ningún tipo de transformación reseñable, vio alterada su fisonomía con la urbanización de la zona de Uleta. Esta zona residencial de chalets surgida en torno a las nuevas instalaciones de la Peña Vitoriana. La Peña se inauguró en 1970 y fue la precursora del desarrollo residencial de la zona en las siguientes décadas. Unos años más tarde, se iniciaron las obras del complejo deportivo de Mendizorroza inaugurado en 1976. Por aquellas fechas se aprobó el proyecto de urbanización del entorno del río Batán, iniciándose la construcción de nuevas viviendas de baja altura configurando la zona como hoy la conocemos.
Con la llegada de la autonomía en los años ochenta, Mendizorroza se convierte en el lugar predilecto para la ubicación de algunas de las instituciones derivadas de la capitalidad. Así pues, la residencia del Lehendakari se fijó en Ajuria Enea, que había sido colegio de las Madres Escolapias y Museo de Arte Vasco desde su adquisición por la Diputación Foral en 1976. La nueva delegación del Gobierno también se situó muy cerca, sobre la antigua clínica del 18 de julio, aunque durante los primeros años estuvo ubicada en un chalet en Uleta.
Osakidetza también estableció su sede en la zona, ocupando la antigua Residencia Infantil Nuestra Señora de la Paz. Durante estos años también la UPV se hace cargo de los centros universitarios que hasta la fecha existían en la ciudad dejando de pertenecer al distrito universitario de la Universidad de Valladolid. Se creaba así el campus universitario alavés completado en las siguientes décadas.
En los 90 hubo varios traslados que permitieron la configuración de nuevos espacios. Por un lado, el traslado y posterior derribo de la fábrica de Areitio y en segundo lugar el cierre de la Residencia de Las Nieves y el consiguiente traslado de sus pacientes al nuevo Hospital Psiquiátrico de Álava, permitiendo usar este gran espacio como nuevo aulario del campus. En los 90 también se urbanizó el tramo entre el Estadio, Paseo de San Prudencio y la rotonda de La Antonia. Lugar en el que hoy se encuentran numerosas viviendas unifamiliares y la Clínica del Doctor Anitua.
A lo largo de los últimos veinte años la expansión del barrio se ha centrado en la zona más próxima Armentia con la proliferación de nuevas construcciones unifamiliares y el cierre de la ronda sur.
La controvertida expansión del barrio hacia Lasarte, la ampliación del estadio de Mendizorroza y la conexión de los túneles de Armentia con el resto de la red viaria son algunas de las principales obras que quedan pendientes en esta amplia zona en la que viven casi 5.000 vitorianos. Aún hoy Mendizorrotza es, a mucha distancia, el barrio con mayor renta personal disponible.
*Nota: a lo largo del artículo se utiliza indistintamente Mendizorroza y Mendizorrotza. El primero es el nombre por el que se le ha conocido durante décadas. El segundo es el nombre oficial actual, implantado siguiendo las indicaciones de Euskaltzaindia.