El mercado de Reyes de Navarra baja la persiana
Josefina, Lorenzo y Juan se despedirán el sábado de la clientela que les ha acompañado durante décadas
- Bueno, Josefina, que ya no nos vamos a ver más.
- No nos vamos a ver aquí, ¡pero fuera sí, mujer!
Decenas de conversaciones como esta se repiten durante estos días en el mercado de Reyes de Navarra, que el sábado bajará la persiana para siempre. Lorenzo, Josefina y Juan aprovechan esta semana para despedirse de su clientela y vender todo el género que les queda.
Josefina, la frutera, es la más veterana del mercado. A sus 67 años son casi 40 los que ha estado tras el mostrador. "Cuando yo abrí la frutería, el mercado estaba repleto de puestos, las dos plantas estaban llenas", recuerda. Con el tiempo, algunos fueron cerrando y quienes tenían su puesto en la planta baja, se trasladaron arriba. Ahora ya solo quedan tres.
Con el cierre del mercado, Josefina se jubilará. "Todavía no me hago a la idea. Primero tengo que pasar este mal trago y luego ya pensaré en qué voy a invertir mi tiempo libre", explica mientras despacha los últimos kiwis.
Lorenzo lleva 34 años como carnicero en el barrio. Por su puesto han pasado centenares de familias, que estos días se despiden de él entre lágrimas: "Me da muchísima pena la gente mayor. Hay muchas mujeres que vienen con el andador y no se van a poder desplazar a otro lugar a comprar. Me dan su teléfono para que les diga dónde voy a trabajar a partir de ahora", cuenta.
Y es que a Lorenzo le quedan aún dos años para jubilarse, así que tendrá que buscar otra carnicería donde trabajar. "Recuerdo cuando empecé, todos los días estábamos a tope. Llegaba a las 6 de la mañana y había días que no volvía a casa hasta las 11 de la noche", explica. "Ahora los barrios están muertos. La gente va del súper a casa y de casa al súper. Antes ibas al mercado, hablabas con la gente, te tomabas un café en el bar... La ciudad estaba viva".
Tras el mostrador de la pescadería está Juan, el más joven del mercado. Ha trabajado los últimos 10 años en el barrio de Zaramaga y ahora se trasladará a un local de la calle Logroño: "Me han comentado que es un barrio con mucho movimiento, así que montaré allí mi pescadería. Lo más duro es comenzar de cero, ganarme otra vez la confianza de la gente".
Juan explica, además, que la manera de comprar ha cambiado mucho: "Ya no es como antes, que se compraba un poco de todo y para muchos días. Ahora la gente viene a por algún pescado en concreto y listo".
En venta desde 2020
El cierre del mercado se veía venir. A finales de 2020 los dueños lo pusieron en venta por 560.000€. Posteriormente, rebajaron su precio a 390.000€ y lo han terminado vendiendo por 300.000.
La antigua dueña de los locales falleció y los herederos, sus propios hijos, no querían hacerse cargo del lugar. Por eso tomaron la decisión de poner en venta el mercado de 1200 metros cuadrados.
Todo parece indicar que los nuevos dueños montarán un nuevo espacio destinado a la alimentación, pero de momento se desconocen más detalles.
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