Vitoria está en venta a través del metaverso

26 marzo, 2022

Uno de los metaversos de internet, con parcelas geolocalizadas, acumula un gran número de ventas en el mundo virtual de Vitoria: hexágonos en distintas partes de la ciudad

Comprar el monumento de la Batalla de Vitoria, el estadio de Mendizorrotza o el Parlamento Vasco. Hacerte con terrenos virtuales en las calles más emblemáticas de Vitoria para luego hacer negocio con ellos. Comprar una parcela en pleno jardín botánico de Santa Catalina para, algún día, si es que llega, alquilársela a una marca comercial para instalar en ella un anuncio virtual, solo accesible desde el móvil o con unas gafas de realidad virtual.

Parece ciencia ficción, pero está ocurriendo ya. La plataforma virtual OVR, nacida en Italia y que presume en su web de tener conexiones con Silicon Valley, vende todo el planeta por parcelas virtuales en forma de hexágono. Curiosamente, esta web también tiene compradores interesados en Vitoria. Son más de cuatrocientas las parcelas virtuales vendidas en la ciudad a través de la página. Algunas transacciones, con una antigüedad de más de un año, pero otras realizadas hace escasos días.

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Cada punto azul indica una parcela vendida en el mundo virtual.

Sólo el tiempo dirá si estos 'inversores' han tirado el dinero, si es humo todo lo que reluce o si, por contra, son los primeros de un futuro que ya tiene acuñada su propia palabra: el metaverso. Lo conocemos.

¿Qué son las parcelas OVR?

Son parcelas en forma de hexágono que ocupan una malla virtual, con coordenadas, extendida sobre un mapa que abarca todo el planeta. Cada una de estas parcelas se subasta en la plataforma, a través de la criptomoneda de la propia web: el OVR, basada en otra criptomoneda, Ethereum. Una parcela en la calle Diputación, por ejemplo, cuesta 12,57 OVR. Si es en la calle Dato, 6,29 OVR. Al cambio, un OVR vale sobre un euro y medio al cierre de este reportaje, pero el precio es cambiante a cada segundo y la volatilidad total. Lo que ahora vale un euro, mañana puede valer un céntimo.

El precio es cambiante a cada segundo y la volatilidad total

¿Y dónde está el negocio? Los inversores invierten esperando que en unos años estas parcelas se revaloricen o se conviertan en potenciales generadores de ingresos a través de acciones comerciales de marcas. Bien sea con “vallas publicitarias” virtuales o distintos juegos o gymkanas. Y es así como estos inversores creen que puede sacar beneficio: en que el valor de estas parcelas se incremente porque el interés en el mundo virtual también lo haga.

Más de cuatrocientas parcelas virtuales de Vitoria tienen ya dueño

Entre las zonas que más inversores han atraído en Vitoria están la plaza de la Virgen Blanca, la plaza España. También Diputación o zonas susceptibles de estar muy concurridas, como el estadio de Mendizorrotza o el Iradier Arena. Fuera de la ciudad también se pueden encontrar parcelas vendidas, incluso en el jardín botánico de Santa Catalina o en la ermita de Estíbaliz.

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Zonas rurales alejadas de Vitoria también cuentan con parcelas vendidas.

Nada asegura que los inversores puedan recuperar el dinero que han invertido

Nada asegura que OVR siga existiendo en el futuro, ni que los inversores puedan recuperar el dinero invertido. De un día para otro el valor de las parcelas compradas en la plataforma podría desaparecer. Bien porque sea otra la plataforma que se imponga y consiga atraer marcas, o bien porque el metaverso nunca llegue a ser relevante.

El futuro es “de incertidumbre” como señala Gabriel Hurtado de Mendoza, de la empresa Coinbest radicada en Bizkaia y dedicada a la asesoría en criptomonedas y el metaverso. Aunque, poco a poco, los interesados en este mundillo virtual se están empezando a juntar en asociaciones para compartir experiencias y conocimientos.

“Hay muy poca gente especializada, es muy primerizo todo. Cada día se inventa un término nuevo”, lamenta Gabriel. En Euskadi existe la asociación “Blockchain Euskadi”, que busca crear vínculos entre aquellos interesados en el ámbito blockchain, NFTs, metaverso o criptomonedas.

Las parcelas más cotizadas de Vitoria

Al igual que en la vida real, las parcelas más cotizadas en el metaverso son las más emblemáticas de las ciudades. En Vitoria se ubican sobre todo en las calles más céntricas. La Plaza de la Virgen Blanca, los Arquillos, Plaza de España, Casco Viejo, Diputación o Parlamento Vasco son algunos de los lugares con más compradores en el metaverso y más parcelas vendidas. Son todas ellas zonas susceptibles de tener un trasiego importante de paseantes, y en un futuro quizá, tener un potencial interés comercial para las marcas del mundo virtual.

La información de los propietarios de las parcelas es anónima

La mayoría fueron compradas hace un año, sobre todo las más céntricas. Pero también las hay más recientes como el Palacio de Zulueta, hace ocho meses, la estación de Renfe hace cuatro meses o el cruce de la calle Francia con Portal del Rey, hace escasamente un mes. Es prácticamente imposible conocer la identidad de los propietarios, más allá de la identificación que da el NFT: un código alfanumérico rastreable hasta la primera cartera virtual que lo compró. También es público el valor de esas transacciones en Ethereum, una criptomoneda. La identidad detrás de esas cartera, eso sí, es completamente anónima.

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La zona centro de Vitoria acumula la mayor parte de parcelas vendidas.

Precisamente el debate entre privacidad y seguridad es uno de los más candentes dentro de este mundo: “Está bien que hasta cierto punto todo es público, porque puedes ver todo lo que pasa en Ethereum, Bitcoin o en los movimientos de las propias carteras". La identidad de las personas dueñas de la carteras permanece en el anonimato. Pero en casos concretos ligados a la delincuencia carteras con Bitcoin u otras criptomonedas han sido rastreables y su dueño identificado por la policía.

Ejemplo de las últimas transacciones de la parcela del monumento de la Virgen Blanca

Algunas de estas parcelas virtuales de Vitoria acumulan más de 45 transacciones (compra/ventas). Es el caso por ejemplo de la parcela más céntrica, y emblemática de la ciudad: el monumento de la Batalla de Vitoria. Vendida hace más de un año por 0,095 ETHER (261 euros al cambio actual, ya que esta criptomoneda se ha revalorizado), la última transacción realizada le da un valor por encima de los 400 euros hace poco más de un mes. Es un valor, eso sí, completamente cambiante y volátil a cada segundo, por la naturaleza de este tipo de inversiones.

No hay un solo metaverso

El negocio a priori es sencillo, y no muy diferente al que ocurre en la vida real. Comprar parcelas a un precio asequible ahora, bien para venderlas en un futuro cercano a un precio superior, es decir, para especular con ellas. O bien para, en un futuro sacar rendimiento comercial de ese terreno instalando en él publicidad o acciones comerciales de marcas interesadas.

OVR es uno de los distintos metaversos que también marcas como Facebook están creando

Pero hay que tener en cuenta que no existe un solo metaverso. Hay tantos como empresas dedicadas a explotarlos. El más sonado es el metaverso de Facebook. OVR es una más, pero la única con parcelas geolocalizadas. Otras plataformas como Decentraland o Sandbox también están cobrando protagonismo, aunque están más enfocadas a ser 'jugables'. De hecho esta última, Sandbox, ha atraído ya marcas como Adidas. Incluso Amazon está trabajando en su propio metaverso.

"Si te lo roban, no puedes reclamar a nadie"

Son iniciativas que nacen completamente descentralizadas, sin apenas control de los países ni regulación alguna. “Invierte bajo tu propio riesgo, si lo pierdes o te lo roban por pinchar donde no debes no puedes reclamar a nadie”, explica Gabriel. Hay que saber “donde entras” ya que “puedes perderlo todo” e “invertir lo que estés dispuesto a perder”, son algunas de las claves que da. No es raro encontrar gente, explica, “que se mete sin saber, sin informarse del todo”.

Inversiones llenas de "incertidumbre"

La palabra que define estas inversiones es de "incertidumbre" total. Nadie asegura que esto no sea una burbuja, y que el dinero invertido deje de tener valor en un futuro. Según explica Gabriel, la clave para que estas plataformas funcionen no es solo crearlas, también “que haya una comunidad detrás que la respalde, como ha ocurrido con el Bitcoin”.

"Informarse es el mayor reto", pero también la clave para no caer en estafas

También la información es clave para huir de estafas piramidales, timos y esquemas Ponzi, tan habituales en internet. “El problema es que es un mundo tan nuevo que informarse es el mayor reto, la gente acaba consiguiendo la información por grupos de Telegram y no son fuentes oficiales, hay mucha estafa, hay que tener mucho cuidado sobre todo informarse con las fuentes adecuadas”.

Vitoria cuenta con más de 400 parcelas vendidas, muy lejos de las más de mil de Bilbao y Donosti.

Todas estas nuevas plataformas cuentan con inversores que compran terrenos en ellas y que buscan monetizarlas: “Especulan a que en un futuro van a tener cierta funcionalidad, como el que posee un edificio”. Y las empresas empiezan a dar, aún tímidamente, sus primero pasos en el metaverso “por el potencial” que puede llegar a tener.

Gabriel pone un ejemplo: “Imagínate que la tienda de Adidas pone dentro de su tienda un laberinto virtual difícil, como una gymkana, y quien lo resuelve consigue un NFT que es un descuento del 20%...” Es tan solo un ejemplo de las posibilidades de aquellos que creen en este mundo virtual. Compradores ya han hecho su vaticinio de que eso también ocurrirá en las parcelas del metaverso de Vitoria, pero es un futuro aún muy lejano y está por ver si se convierte en realidad....