Metidos en un lío

17 noviembre, 2011

El Caja Laboral cayó derrotado, 84-89, en el primer derbi de la historia en Euroliga, a consecuencia de una serie de decisiones erróneas cuando tenía todo de cara. Un parcial de 0-11 posibilitó la victoria para el conjunto bilbaíno, que sigue vivo en Euroliga. El Gescrap Bizkaia ganó con justicia. Se repuso a la ausencia de […]

El Caja Laboral cayó derrotado, 84-89, en el primer derbi de la historia en Euroliga, a consecuencia de una serie de decisiones erróneas cuando tenía todo de cara. Un parcial de 0-11 posibilitó la victoria para el conjunto bilbaíno, que sigue vivo en Euroliga.

El Gescrap Bizkaia ganó con justicia. Se repuso a la ausencia de Hervelle, la lesión de Raúl López, la eliminación de Aaron Jackson en el tercer periodo o la de D'or en el último. Nunca se entregó y obtuvo la recompensa, manteniendo un altísimo nivel de intensidad y agresividad. Demostró porque está disputando la mejor competición continental.

En cuanto al Caja Laboral, pocas lecturas positivas. El equipo volvió a comenzar dubitativo y con un parcial de 7-15 en contra, que le llevó a ir casi todo partido a remolque (36-41 al descanso o 62-66 en el minuto 30). Se volvieron a cometer errores habituales, errores que en muchos partidos de la Liga Endesa, si gozas de talento algo que este equipo tiene a raudales y algo de acierto, no te penalizan tanto, pero que cuando te enfrentas a un equipo potente, y el BBB lo es, te hacen caer derrotado. Volvió a perder numerosos balones de manera absurda y, sobre todo, abusó, en algo que se ha convertido en un vicio peligroso, del tiro exterior. Cuando hubo acierto el equipo se puso por encima en el marcador y traspasó los nervios al BBB. Cuando el acierto desapareció, algo que puede ocurrir, se dan parciales en contra como el 0-11 final. Da la sensación de que, para el equipo, atacar en estático se ha convertido en un problema de lo más incómodo. No existe ningún equilibrio entre el juego exterior e interior, algo extraño, sobre todo en los minutos finales de ayer, viendo al rival sin Hervelle, sin D'or Fischer y con Mavro en cuatro faltas. El Caja Laboral lo fío todo al 6,75 (10 de 28 con un aceptable 35,7%) y esta vez le salió cruz.

Con Reggie Williams ausente por lesión, Dorsey y Heurtel jugando, únicamente, tres minutos del choque por decisión técnica, y Nemanja y Oleson por debajo del cuarto de hora, la rotación baskonista se limitó a seis hombres con tres de ellos (Prigioni-Teletovic-San Emeterio) por encima de los treinta minutos. Tal vez, rotación demasiado escasa para aguantar un partido de tanta intensidad. Sin ir más lejos, en el Grescap Bizkaia, ningún jugador llegó a la treintena de minutos y hubo hasta ocho jugadores por encima del cuarto de hora disputado, más Grimau que se quedó en catorce al ser eliminado por faltas. "Sabíamos que Teletovic sólo no nos podía ganar" dijo Marko Banic al término del partido. Qué cada uno saque sus propias conclusiones.

El lío en el grupo está montado. Fenerbahce y Olympiakos lograron vencer, a Cantu y Nancy, respectivamente, y los seis equipos están en una victoria. El Caja Laboral tiene tres desplazamientos en esta segunda vuelta, por lo que los partidos ante el conjunto otomano y el francés en el Iradier Arena acaban de tomar una importancia capital. Asimismo, conviene estar atento a los basket-average. Todos los partidos del Caja Laboral, exceptuando Cantú, se han solucionado por un margen de cinco puntos. Sin embargo, más importante que ganar o perder es recuperar el juego y las sensaciones. Sin eso, llegar al TOP16 suena a utopía en un grupo de tanta igualdad.