Morro Fino reabre y completa la oferta hostelera en la Plaza de España

Iker y David llegaron al Baztertxo en 2006, con 22 y 18 años. Estos dos hermanos gestionaron durante 14 años el Baztertxo que luego rebautizaron como Morro Fino. Pero la pandemia y la jubilación de sus padres les llevaron a dejar la primera línea de la hostelería, en plena Plaza Nueva.

Ahora, 5 meses después, Camilo y Donke cogen el testigo de un local con solera, el último rincón hostelero que aún permanecía cerrado dentro del cuadrado perfecto de la Plaza Nueva.

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A finales de esta semana reabrirá Morro Fino, con una nueva gerencia que mantiene la apuesta por las hamburguesas. Una apuesta por un público joven y por un rollo distinto al que tienen otros bares de la Plaza de España.

Un empresario hostelero y otro textil se han aliado para este proyecto en el centro de Vitoria-Gasteiz

Camilo es uno de los socios: desde julio gestiona el antiguo Néstor de Zapa (Nasa), y ya tiene experiencia en la hostelería de la Plaza de España: trabajó un tiempo en el Victoria, a unos metros de su nuevo local. Para esta aventura se ha aliado con Donke, un empresario del sector textil en Vitoria-Gasteiz: es el dueño de Bliss (Calle Paz) y Like (frente a Egibide).

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Su apuesta para el Morro Fino pasa por mantener la seña de identidad de los últimos años: las hamburguesas. Cambian el género y los responsables de cocina, pero su apuesta es que Morro Fino siga siendo conocido por las hamburguesas.

Además, se unen al Café Plaza en su apuesta por los cócteles en la Plaza Nueva. E incorporan una novedad que apenas existe en Vitoria-Gasteiz: las shishas o pipas de agua, que se podrán consumir en la terraza de la Virgen Blanca: "Limitamos el espacio para que no moleste a quien no quiera tenerlas cerca", comenta Camilo.

La estructura interior se mantiene, con un lavado de cara integral y una reforma de los baños y el suelo. Aunque también incorpora sofás para parte de la sala, creando una pequeña zona de chill-out. En el exterior cuentan con 18 mesas a ambos lados, aunque ya han pedido al Ayuntamiento la retirada de los aparcabicis, que les permitiría poner 5 mesas más: "Existe un gran aparcabicis fuera de la plaza", recalca Camilo.

Del Baztertxo al Morro Fino

Iker y David han gestionado durante 14 años este local. Lo abrieron en 2006, cuando Iker apenas tenía 22 años y su hermano 18. Iker había pasado por el Izaga y el Araba y se lanzó a este proyecto. Un proyecto que, durante 10 años, mantuvieron en la esencia tradicional.

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En 2016 lo rebautizaron como Morro Fino, convirtiendo sus hamburguesas en unas de las mejores de la zona. El género se lo proporcionaba su padre, quien ahora se ha jubilado y de quien heredan la empresa de suministro de carne.

Dejaron el Morro Fino en plena pandemia. La incertidumbre les obligó a ello. Desde hace tiempo pensaban asumir el trabajo de su padre y seguir con el bar delegando. Pero no lo vieron posible, y han preferido decantarse por el negocio de la distribución de carne: "La inestabilidad nos llevó a cerrar y centrarnos solo en una cosa. Luego en el futuro ya veremos, no descartamos volver a la hostelería con nuestra propia idea, aunque delegando".

De momento su contacto con la hostelería es diario: visitan los principales restaurantes del territorio para suministrarles su propia carne. Los del otro lado de la barra son precisamente sus clientes.