400 euros por cruzar en rojo durante la protesta contra 'La Manada'

17 octubre, 2018

Un policía amonestó a Marian Rodrigo y a su hija por cruzar un semáforo en rojo durante la manifestación

Un semáforo en rojo, una manifestación espontánea de 3.000 personas y un vehículo que no quiso esperar a que pasaran las protestantes. Son los tres aspectos clave que desembocaron en dos multas de 200 euros cada una para Marian Rodrigo y su hija. Esta manifestante recibió una sanción por parte de un policía municipal al cruzar el semáforo de la calle Lascaray en rojo. Aunque reclamaron la multa en la Síndica, finalmente han tenido que pagarla. Pero, ¿por qué multaron solo a dos personas de las decenas de ellas que cruzaban el paso de cebra en ese momento?

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Momento en el que el agente implicado es rodeado por la muchedumbre y tiene que ser ayudado por sus compañeros.

La afectada ha contado a Gasteiz Hoy lo que pasó ese 26 de abril: "Me multó a mí porque recriminé a la conductora del vehículo su actitud. Cuando cruzamos no nos dimos ni cuenta de que estaba en rojo para los peatones. Ella aceleró y mi hija puso las manos en el capó del coche para que no nos atropellara. Le pedimos explicaciones por el acelerón y se excusó en que tenía prisa. Yo le recriminé que tendría que estar manifestándose con nosotras en vez de en su coche".

Debido a sus palabras con la conductora, nada más cruzar el paso de cebra un agente llamó la atención a Marian y le pidió la documentación. "Yo le pregunté al agente el motivo de la multa y me dijo que era por cruzar en rojo. Todas los hicimos pero solo me quería multar a mí. Mi hija se dio cuenta de lo que pasaba y dijo que si me iba a multar a mí, también le tenía que multar a ella. Todas empezaron a decir lo mismo, pero al final nos fuimos las dos con la multa a casa", explica Rodrigo.

Reconoce que su actitud quizá no fuera la correcta, pero que al ver a su hija en peligro de ser atropellada le "hirvió la sangre". De hecho, aquella sanción provocó el principal y casi único incidente de la manifestación, que era contra La Manada. El policía fue rodeado por la multitud y recibió abucheos y aplausos irónicos por su "actitud bochornosa", según denunció en su día EH Bildu.

A las dos afectadas les pareció tan injusta la multa que han hecho lo posible por anularla. Por el momento, no lo han conseguido: "He estado en el Ayuntamiento varias veces, una de ellas en el Pleno. Me he reunido con el Teniente de acalde (Peio López de Munain) para ver si se podía anular. Me dijo que ellos no deseaban tener este tipo de policía, pero que la multa teníamos que pagarla".

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Debido al conflicto hubo varias personas identificadas. Los agentes tuvieron que introducir a una en la cafetería Lascaray.

También recurrieron a la Síndica, pero rechazaron la primera reclamación. Ahora deben elaborar un recurso y entregarlo la semana que viene en el Ayuntamiento. Aun así, la multa ya está pagada. "Nos recomendaron pagarla porque si no íbamos a tener intereses, y 400 euros ya es una cantidad suficiente. De todas maneras, si nos aceptan el recurso tendrían que devolvernos todo el dinero", asegura Marian Rodrigo.

El Movimiento Feminista de Vitoria-Gasteiz, principal impulsor de la manifestación de abril, también se volcó con el caso de las dos vitorianas. "Insistieron en abonar ellas todo el dinero de las dos multas, pero nos negamos. Al final aceptamos que pagaran la mitad de los 400 euros. Se han portado de diez", añade.

Por el momento, así queda una de las sanciones más extrañas del año en Vitoria-Gasteiz. Para Marian, todo esto se podría haber evitado si el agente "hubiera estado regulando el tráfico, impidiéndonos el paso a nosotras o al vehículo, como hicieron el resto de policías en la manifestación". Durante esa tarde las protestas espontáneas incluso obligaron a parar el tranvía y el tráfico en otros pasos de cebra de la ciudad. De hecho, la columna protagonizó una sentada en la carretera de la Avenida Gasteiz, a escasos metros de donde se originó el conflicto con el policía.