Vitoria Nantes pone en valor sus malas hierbas

Nantes pone en valor sus malas hierbas

Natxo Gatón 13 julio, 2016

La Green Capital 2013 sigue la estrategia de dejar que la naturaleza siga su curso en la ciudad

Nantes sucedió en 2013 a Vitoria-Gasteiz como European Green Capital. La localidad francesa ha llevado a cabo en los últimos años una campaña para dejar brotar las malas hierbas en calles, aceras y otros rincones de la ciudad. Una estrategia que además ha estado acompañada de una campaña para conocer estos hierbajos, que desde Nantes recalcan que son indispensables para garantizar el ecosistema y la vida. La clave está en su control, y no en su erradicación.

En Vitoria-Gasteiz el Ayuntamiento lleva varios años intentando "cambiar el chip" de los vitorianos. La estrategia pasa por dejar crecer la hierba en los alcorques y recortar las podas en dicha zona. Sin embargo ésta es una medida impopular. La falta de riego en los jardines y las menores siegas crean una imagen de descuido que no acaba de convencer a los vitorianos.

Hace ya tres años que en Vitoria se crearon las llamadas infraestructuras verdes: espacios en los que se busca que la propia naturaleza siga su curso: rotondas, medianas, parques y parcelas sobre las que crecen todo tipo de hierbas. Esta estrategia se ha puesto en marcha en Lakua-Arriaga y ahora se piensa seguir en Zabalgana.

En una entrevista al diario El País, Jacques Soignon, director de los Servicios de los Espacios Verdes y Medio Ambiente de Nantes defiende la presencia de las malas hierbas en la naturaleza urbana: “Nos han enseñado a considerarlas [a las malas hierbas] como plantas indeseables, que eran un signo de mal mantenimiento de la ciudad, pero en realidad nos ayudan contra la polución, filtran el agua de arroyada y evitan la erosión pluvial”.

En Nantes tienen claro, en cualquier caso, que no todas las hierbas ni espacios urbanos se deben tratar igual: es necesaria una estrategia individualizada en cada zona o espacio. Además en esta ciudad una de sus ciudadanas se encargó de poner nombre a todas y cada una de estas plantas. Se trataba de una estrategia educativa, con la que poder acercar las malas hierbas a los ciudadanos.

Ente los cambios que han realizado los jardineros está la sustitución de herbicidas por insectos, limitación del riego y el control sistemático de la maleza, en vez de su erradicación.