Vitoria no es mojigata: las Navidades Negras del Grinch la seducen

30 diciembre, 2023

El recinto de Mendizabala acoge este sábado las dos últimas funciones, a las 18 y 21 horas

"¡Señora, que no está en Fofito, que aquí se ve todo el 'pepito'!". Esta es alguna de las perlas que puedes escuchar estos días si has acudido a alguna de las funciones de Navidades Negras. Un espectáculo para adultos en la mansión del Grinch y que, a base de circo, cabaret y erotismo, ha seducido a Vitoria-Gasteiz.

La ciudad ha demostrado que, de mojigata, tiene poco. Y que no se escandaliza si un personaje verde que odia la Navidad pregunta "si follan mucho". "Los adultos quieren portarse mal, y el Grinch les pone finos", reconoce con guasa Richard Eros.

Últimas sesiones

Grinch Navidades Negras Vitoria

Él es uno de los integrantes de un espectáculo que acoge Mendizabala del 21 al 30 de diciembre. Este sábado son las dos últimas funciones, a las 18 y 21 horas. 700 localidades en cada una, y que en todas las sesiones "han estado prácticamente llenas", confirma Eros.

El animador, humorista y bailarín profesional se mete durante 10 sesiones en el pellejo de este ser amargado y cascarrabias, que hace 23 años popularizó la película de Ron Howard. El maquillaje y caracterización, la voz y la gestualidad sirven al Grinch vitoriano para vacilar con "humor y buen rollo" al respetable.

Navidades Negras vitoria

"La mayoría de la gente sabe a lo que viene. Y les gusta que les den caña con los chistes. No hay filtros, puedo hablar de sexo, drogas... Todo es con tono juguetón, de comedia, y la gente se parte", asegura. Eso sí, la mojigatería hay que dejarla en casa.

Erotismo

Porque las Navidades Negras también tienen mucho de erotismo. El de Adrián Etxebarria y otros tres compañeros, que cada día caldean la carpa. Un contrapunto al pavor que el Grinch despierta cuando, en pleno espectáculo junto a su fiel duende (el clown Iván Alonso, abre su mansión a un ente maligno (Irati Aguirre).

La Navidad se transforma entonces en una penumbra de la que surgen seres misteriosos. Como Unai Gorri y Natalia Suárez Ortiz de Zárate, y sus vuelos aéreos sobre cuerdas. O Andrea Milano con su suspensión capilar, la magia de Ezker Emparanza, los cuentos de arena de Didi Rodán o los círculos infernales moteros de los hermanos Polo.

Porque ser un 'Grinch', en Navidad, también puede ser, nunca mejor dicho, atractivo.