Nuestros cadáveres empresariales

6 febrero, 2012

Tal y como viene siendo habitual, las cifras del paro volvieron a traer todo el frío posible, hielo incluso, capaz de congelar la esperanza y apuñalando la confianza, moribunda desde hace varios trimestres. Números que resumen años de tormento y congoja, meses al galope en busca de una oportunidad, noches eternas al abrigo del insomnio […]

Tal y como viene siendo habitual, las cifras del paro volvieron a traer todo el frío posible, hielo incluso, capaz de congelar la esperanza y apuñalando la confianza, moribunda desde hace varios trimestres. Números que resumen años de tormento y congoja, meses al galope en busca de una oportunidad, noches eternas al abrigo del insomnio suspirando por que la luz arrincone de una vez la oscuridad del túnel.

El paro sumerge al país en la zozobra y evidencia un mapa a dos velocidades. Las fórmulas de antaño dieron carpetazo a sus días de gloria y ponen de manifiesto su ineficacia para seguir adelante, ya no carburan. Quedan las empresas. Desarrolladas, medioambientales, innovadoras, modernas, inteligentes, quizás arriesgadas, seguramente cercanas a la cibernética. Sobre ellas debe recaer la responsabilidad de tirar con fuerza hacia el futuro y, sin embargo, otra vez las cifras,  hieráticas, impermeables al desaliento, indican con crudeza, que las estamos perdiendo por el camino.

Hay quien argumenta que las empresas punteras de hoy no son capaces de absorber empleo como lo hacían las grandes empresas de la Revolución Industrial. Apple es, sin duda, uno de los símbolos empresariales de la actualidad, una fusión perfecta entre progreso, empresa y tecnología. Sin embargo, y a pesar de su arrollador crecimiento en los últimos dos años, Apple emplea a día de hoy a 63.300 trabajadores en todo el mundo. Hace tan sólo 80 años, Ford, como icono empresarial de la explosión industrial de antaño, empleaba únicamente en su planta de River Rouge, a 100.000 personas. ¿Es el avance tecnológico enemigo del empleo?. ¿Somos los ciudadanos culpables por no encontrar fuentes de trabajo donde aportar nuestra mano de obra?

Sea como sea cerramos el zoom y acercamos la lupa a nuestro alrededor. Según la última EPA, Álava es la segunda provincia con menos paro de España, tan sólo superada por Guipuzkoa. Dato en sí mismo que incita al optimismo, pero que no quiere decir que nuestra provincia sea capaz de escapar a los miedos de la crisis. De hecho, Euskadi fue uno de los últimos territorios en constatar los efectos de la recesión de 2009, pero ahora y según dejan ver los datos publicados por el INEM sobre el pasado mes de Enero, el País Vasco empieza a destruir empleo por encima de la media española, firmando el peor Enero de los últimos 16 años.

La Empresa en Álava:

El territorio histórico de Álava marcó en 2008 su récord particular de empresas al alcanzar las 22.318 entidades, cifra a partir de la cual sólo ha sabido retroceder. En los últimos 3 años, Álava ha puesto fin al 5% de sus compañías descendiendo hasta las  21.192 actuales. La peor sensación viene al observar que lejos de desacelerarse el número de destrucciones empresariales, dicha tendencia marcó en 2011 la mayor caída desde que empezó la crisis. 483 entidades desaparecieron en el último año, es decir, a más de una por día. 2012 no parece que vaya a ser el punto de inflexión en el que poder impulsarse y volver al saldo positivo, ya que una de cada cuatro empresas alavesas contempla reducir su plantilla en los próximos cuatro trimestres.

Por tipo de empresas nuestra provincia reparte el pastel tal y como indica el gráfico. Casi la mitad de ellas son regentadas por autónomos. La segunda opción más utilizada, escogida por el 30'9% de los empresarios, es la de dar forma a una Sociedad Limitada (S.L), mientras que las Sociedades Anónimas (S.A), representan el 5'44% del parque empresarial alavés.

Teniendo en cuenta el número de empleados por compañía no pasa por alto que el porcentaje de empresas sin trabajadores a su cargo es muy similar al porcentaje de empresarios autónomos. Por lo que, en la mayoría de los casos, los autónomos se dan trabajo a sí mismo, buscándose la vida en solitario. No obstante, las empresas de entre 1 y 19 trabajadores son las mayoritarias, representando al 49'9% del total. Por encima de este rango se sitúan tan sólo el 3'52% restante.

Respuestas a preguntas de fondo:

Cuatro años va camino de cumplir esta crisis y lejos de desnutrirse parece que se alimenta cada día. Cuatro años en los que nuestra sociedad, al igual que muchas sociedades en el mundo, ha tenido tiempo de despertar, de alzar la voz, de hacer temblar algunos de los cimientos aparentemente inamovibles dentro del organigrama establecido. Sin embargo, no está tan claro que ello haya servido para dar respuesta a conflictos de fondo. Para extirpar la raíz del problema.

José Luis Sampedro (escritor, humanista y economista), dejaba la siguiente declaración en el programa "Salvados" de LaSexta: "Seguimos funcionando con instituciones atrasadas. Política, religión y economía están funcionando con técnicas anticuadas que corresponden con la época de fundación del Capitalismo. Tenemos que comprender que algo mucho más grave que la crisis está en juego, y ese algo es la decadencia del sistema. El Capitalismo está agotado. Fue fantástico cuando empezó a crearse hacia el S.XV, hizo grandes cosas, pero se creó para una situación del mundo que hoy ha cambiado".

[poll id="3"]