Vitoria Olaguíbel resucita en el 200 aniversario de su muerte

Olaguíbel resucita en el 200 aniversario de su muerte

Ander Mateos 10 febrero, 2018

Vitoria-Gasteiz honrará al arquitecto en el 200 aniversario de su muerte con una serie de actos

El arquitecto Justo Antonio de Olaguíbel ha resucitado teatralmente este sábado justo en el día en el que se cumplen 200 años de su muerte. El colegio de Arquitectos Vasco Navarro le ha querido imponer la insignia en reconocimiento al primer arquitecto de Vitoria-Gasteiz. El arquitecto (interpretado por Juanjo Monago) ha aprovechado para repasar su trayectoria y su obra.

El arquitecto tiene desde este viernes una placa conmemorativa en la Plaza Nueva o Plaza de España. La placa está situada en la entrada de la plaza desde la Virgen Blanca. El arquitecto vitoriano es el artífice de esta icónica plaza y de Los Arquillos, entre otras obras. De hecho, desde hace dos años también tiene una placa conmemorativa en este lugar de El Ensanche.

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placa olaguibel plaza nueva La placa ofrece una pequeña descripción de la obra del arquitecto, que construyó entre 1781 y 1790. Fue la primera gran obra que se edificó fuera de la muralla de Vitoria, y significó la expansión de la ciudad hacia el sur. Antiguamente estaba ubicado un mercado en su lugar. Tal y como reza la placa, la plaza es un cuadrado de 220 pies castellanos de lado. Fue declarado Monumento Histórico Artístico en 1984.

¿Quién fue Olaguíbel?

El enorme talento de Olaguíbel (1752-1818) está unido a dos grandes obras: la construcción de la Plaza Nueva de esta ciudad, primera plaza neoclásica, que sirvió de modelo para otras muchas como las de Donostia y Bilbao; y Los Arquillos, donde el recurso a las terrazas y plataformas escalonadas para solucionar el gran desnivel existente entre el Casco Medieval y la ampliación hacia el sur concita la admiración de los expertos a nivel internacional.

Olaguíbel fue además el primer arquitecto académico titulado del País Vasco y director de la Escuela de Dibujo de Vitoria-Gasteiz. Su obra tuvo gran eco tanto en toda Europa, donde contó con numerosos seguidores. Otras obras suyas de renombre son la Casa del Santo de Armentia, las torres de las iglesias de Arriaga y Matauco y la iglesia de San Andrés de Elciego, entre otras muchas.