Los fuertes olores a pescado podrido reaparecen en Sansomendi
Podemos insta al Ayuntamiento a volver a inspeccionar la empresa de Ali-Gobeo que, a principios del año pasado y durante varios meses, invadió el barrio de un intenso hedor
Un fuerte olor similar al que desprende el pescado podrido ha vuelto a invadir Sansomendi estas últimas semanas. Los vecinos afectados denuncian el mismo hedor que, a principios del año pasado y durante varios meses, emitió una empresa de fundición que acababa de instalarse en la zona industrial de Ali-Gobeo, en la calle Vitorialanda.
Por entonces, la firma ejercía su actividad sin licencia, que en esos momentos estaba en trámite. A causa de ello se enfrentó a una multa de 4.000 euros. Y, a mediados de junio, obtuvo todos los permisos tras adoptar ciertas medidas correctoras para evitar que se repitieran los olores intensos.
A este respecto, la asociación de vecinos del barrio se preguntó ayer a través del buzón ciudadano si "estará cumpliendo bien las obligaciones estipuladas por los técnicos o aprovechará de vez en cuando para ahorrar gastos". Al parecer, estos dos últimos días el olor ha sido insoportable y se ha extendido por todo el barrio debido al viento.
Estos dos últimos días el olor ha sido insoportable y se ha extendido por todo el barrio debido al viento
Ante la reaparición de este problema, Podemos en el Ayuntamiento de Vitoria solicita al equipo de gobierno que "se ponga a trabajar y comunique la situación al Departamento de Medio Ambiente para que técnicos del área se trasladen a la zona, identifiquen el foco de emisión y tomen las medidas que sean precisas". En este sentido, les insta a acudir a la empresa que, según los vecinos, provoca las molestias.
“La contaminación odorífera perjudica claramente la calidad de vida de la ciudadanía. El Ayuntamiento debe responder a las quejas. Por el hecho de que Sansomendi no esté en el centro no hace menos perentoria una actuación”, sentencia el portavoz del grupo municipal, Jorge Hinojal.
Esta fábrica elabora productos para fundición, como el catalizador GH3. Una de las características de este material químico es la emisión de compuestos derivados del amoniaco, cuyo potente olor recuerda al pescado podrido. Se trata de la misma referencia que a principios de 2016 usaron los vecinos del barrio para describir la pestilencia. Los olores registrados durante estas semanas podrían indicar que las medidas correctoras adoptadas por la empresa en su pabellón de Vitorialanda han fallado y que es necesario buscar otras soluciones.
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