El viaje acróbata de Ortzi Acosta en el mundo del espectáculo

24 febrero, 2024

El gimnasta vitoriano cuenta sus inicios en el deporte, su paso por el Circo del Sol en Tokio y EE.UU y sus experiencias en el ámbito cinematográfico

Desde las alturas de las anillas hasta el escenario, la historia de Ortzi Acosta fusiona la disciplina deportiva con el mundo del espectáculo. Ha sido campeón de España en suelo, potro y anillas, miembro del Equipo Nacional de Gimnasia y parte del elenco del Circo del Sol en Japón y EE.UU.

Sus inicios como gimnasta empezaron en unas clases de la Sociedad Deportiva del Estadio. “Me apuntaron mis aitas porque Cecilio Ugarte, uno de los mejores gimnastas de Vitoria, les dijo que podía tener cualidades”, recuerda Acosta.

Ortzi acosta gimnasta

Foto: Studio Contraluz

Lo que comenzó como juegos y acrobacias básicas pronto se convirtió en un estilo de vida. “Intuía que se me daba bien, y eso me hacía seguir, pero era muy sacrificado”, comenta. Con 12 y 13 años entrenaba a las 7:30 de la mañana, después iba a la Ikastola Umandi y por la tarde volvía a entrenar.

Con el tiempo, su habilidad y dedicación lo llevaron rápidamente a destacar en el deporte. Le llamó el equipo nacional y, siendo aún un adolescente, se fue a Barcelona a un centro de alto rendimiento. “Rompí la barrera de menores en un sitio así, pero manejé muy bien la situación”.

“Intuía que se me daba bien, y eso me hacía seguir, pero era muy sacrificado”

Allí conoció a personas destacadas en otros deportes como natación, tenis y atletismo. “La ventana de mi baño, por ejemplo, daba a la habitación del tenista Carlos Moyà”, recuerda con una sonrisa.

De Barcelona se fue a Madrid a preparar su primer campeonato del mundo, aunque no todo salió como esperaba: “En esa época estaba bastante fuerte, pero me rompí el ligamento de la rodilla justo en el peor momento”. A pesar de la lesión, un mal diagnóstico lo llevó a competir en el mundial.

En el campeonato forzó, cayó mal y se rompió la otra rodilla. “Con la rotura que tenía no tendría que haber ido, fue un error de inmadurez mía y también de los entrenadores”, asegura.

Gimnasia, cine y espectáculos

A pesar de las adversidades, la vida tenía otros planes para Acosta. De vuelta en Vitoria, encontró un nuevo camino en el mundo del espectáculo. “Vi que los hermanos Ibarretxe iban a hacer una peli, y fui”, explica. Allí, el coordinador de especialistas decidió darle una oportunidad y le metió en la película como especialista de cine. 

Paralelamente, apareció un casting para trabajar en un musical en Barcelona. Y, sin pensárselo dos veces, Acosta se apuntó. “Pasé la audición y fue una experiencia increíble. Era la primera vez que hacía acrobacias para el público y no para los jueces. La valoración eran los aplausos, y eso me encantó”, expresa el gimnasta.

Cuando iban de gira con el musical, el teatro de Madrid se quemó. "Así que, con algo de dinero ahorrado, decidí aventurarme a Las Vegas y Los Ángeles. A pesar de no saber nada de inglés, eché mi currículum en las productoras de cine”, relata.

A Tokio con el Circo del Sol

Fue entonces cuando un amigo le informó sobre los castings del Circo del Sol en Las Vegas: “Decidí probar suerte y fui a los castings. Les dije que era turista y no tenía papeles, pero me explicaron que no había problema, que si les interesaba ellos se encargaban de todo”.

Ortzi Acosta gimnasta

Pasó los castings y le llevaron a trabajar a Tokio con el Circo del Sol. “Estuve seis meses en Montreal (Canadá), donde recibí una formación intensiva en acrobacias y artes escénicas. Aprendí a hacer trucos en la cuerda, me dieron clases de voz, expresión corporal, improvisación y maquillaje. Cada mes teníamos que presentar nuestros números, y el ambiente multicultural del circo era fascinante”, recuerda con nostalgia.

Aunque la experiencia fue muy positiva, Acosta cuenta que no todo era fácil: “Había mucha presión porque venían a vernos miles de personas y hacíamos trucos peligrosos”. El gimnasta recuerda una caída que hacía a nueve metros de altura. Cada vez que se preparaba para hacerla, se decía a sí mismo: “Ortzi, hoy no te mates”.

“En el circo recibía un sueldo de 1.000 dólares a la semana, así que pensé en quedarme allí por mucho tiempo”, confiesa. Pero su espíritu inquieto lo llevó más allá.

Decidió explorar nuevas oportunidades en Nueva Zelanda, donde quiso abrirse paso en la industria cinematográfica: “Quería ir allí porque Peter Jackson, el director del Señor de los Anillos, iba a grabar la película de King Kong allí, y yo era fan y muy cinéfilo”.

“En el circo recibía un sueldo de 1.000 dólares a la semana, así que pensé en quedarme allí por mucho tiempo”

Así que, después de ocho meses de formación y un año y medio de gira en Japón, decidió dejar el Circo del Sol. “En Nueva Zelanda hice un par de castings de actor, pero al final retrasaron el rodaje de King Kong. Me estaba gastando mis ahorros y no me quería quedar allí de ilegal, así que volví a EE.UU”, relata.

Estando allí, le volvió a llamar el Circo del Sol para un nuevo show en las Vegas. Allí, como acróbata, fue aplaudido y saludado personalmente por Michael Jackson, Tom Cruise, Cameron Díaz, Britney Spears, George Clooney o Paul MacCartney entre otras estrellas.

Ortzi Acosta y Tom Cruise

Ortzi Acosta con Tom Cruise

Pero la idea de formar una familia era algo que comenzaba a rondar por la mente de Acosta. "El jefe de acróbatas me ofreció quedarme, pero rechacé la oferta. No quería vivir en Estados Unidos y criar a un hijo con educación americana”, expresa con sinceridad. Y así lo hizo.

Ortzi Acosta y Michael Jackson

Ortzi Acosta con Michael Jackson

De vuelta a Vitoria con nuevos proyectos

Acosta cogió de nuevo las maletas y regresó a sus raíces en busca de estabilidad. “Vine a Vitoria para empezar de nuevo, aunque aquí no había tantos espectáculos ni oportunidades como en Las Vegas”, confiesa.

Y así, empezó a explorar otras opciones. Colaboró con Paul Urquijo en la realización de algunos cortometrajes y películas, conoció el espacio Txiribuelta, hizo espectáculos en la calle, como KaldeArte, y empezó a trabajar en Gure Zirkua.

Gure Zirkua espectáculo

Ortzi Acosta en Gure Zirkua

“Ahora sigo trabajando en Gure Zirkua, también hago un espectáculo que se llama Urbasa y, paralelamente, tengo junto con Xabier Larrimbe una escuela de circo en las instalaciones de Pádel Norte”, cuenta.

Pero lo más importante para Ortzi Acosta es su familia. En Vitoria encontró el amor y ahora es padre de cuatro hijos. “Ese es mi mayor logro”, expresa con satisfacción. A pesar de todas las medallas y éxitos como gimnasta, para él, nada se compara con la plenitud y la felicidad de su familia.