Óscar Romero y Fausto Mota volverán a correr el Dakar

5 enero, 2018

Los alaveses quieren proclamarse campeones de la categoría Maratón en moto

Óscar Romero y Fausto Mota ya se preparan para correr la 40 edición del Dakar. Los pilotos alaveses afrontan el rally más exigente del mundo por segundo año consecutivo con la intención de proclamarse vencedores de la categoría Maratón sobre sus respectivas motos. El desafío comenzará el 6 de enero y durará hasta el 20. En 14 días atravesarán las dunas de Perú, tomarán un pequeño respiro en Bolivia y tendrán la opción de tocar la gloria en el abrasador desierto de Córdoba, en Argentina.

"Vista nuestra actuación el año pasado, creemos que tenemos opciones de ganar esta categoría. Es justo la inferior a la categoría profesional y limita el número de recambios y piezas disponibles para la moto", explica Romero.

Todo ello suponiendo que las etapas se desarrollan con normalidad, algo poco habitual en el Dakar. Romero ya tuvo que abandonar la carrera en 2017 por un problema en la moto a falta de dos jornadas para su final. "Era una etapa de maratón en la que no teníamos asistencia, así que me se fue todo al traste. Pero este año tenemos motos de rally, mucho más específicas para este tipo de carreras. La hemos construido de cero y estamos muy ilusionados con el resultado", confiesa el piloto, residente en Nanclares.

No obstante, tener un buen vehículo solo es un añadido más en una carrera tan atípica como la de este rally. "El factor suerte es fundamental, que nada salga mal en el momento preciso. En realidad, es una suma de todo. Lo fundamental es tomártelo con tranquilidad. No puedes ir al 100 % porque el riesgo de caerte o perderte es muy alto", razona el piloto.

En el Dakar no puedes ir al 100 %, el riesgo de caerte o perderte es muy alto

Como suelen decir los veteranos, es más importante saber por dónde correr que correr mucho: "La capacidad de navegar y pilotar a la vez también es crucial. Casi es mejor perder tiempo en navegar e ir despacio que intentar correr y tirar todo por la borda porque te has perdido".

  • Un circuito mejorado

Pese a llevar diez ediciones celebrándose en Sudámerica, los organizadores siempre cambian el recorrido. Para el 40 aniversario el circuito presenta más comodidades tanto para los pilotos como para sus seguidores. Óscar Romero explica la mejoras: "El año pasado tuvimos muchos enlaces que alargaban las jornadas. No sabías qué ropa llevar, porque salíamos a las 4 de la mañana con un frío increíble. Para cuando llegabas al tramo cronometrado ya tenías un calor terrible. Teníamos que pararnos, quitarnos la ropa y meterla donde pudiéramos o dejarla atada a la moto".

óscar romero fausto mota dakarAl disminuir los tramos de enlace los pilotos llegan a las partes cronometradas mucho más frescos y se premia más su pericia a la hora de navegar. Algo que se le da "bastante bien" al piloto alavés, según su propia opinión. La navegación es un recurso esencial en el Dakar, pero muy difícil de entrenar en el territorio nacional. Por ello, tanto él como Fausto Mota deben viajar en busca de carreras similares. Es la única manera que tienen de prepararse, dado que los deportes de motor de este tipo están seriamente restringidos en el País Vasco y alrededores.

El tener ya un año de experiencia (dos en el caso de Mota, que también corrió en 2011) será también un factor decisivo en las aspiraciones de los corredores. "Ya sabes lo que tienes que llevar, lo que tienes que hacer y cómo funciona la rutina diaria en el Dakar. Es un punto extra de tranquilidad muy valioso", añade Romero.

  • Una inscripción que sale muy cara

Correr en un rally de estas características no es apto para todos los bolsillos. Solo la inscripción asciende a 15.500 euros. Los alaveses se pueden permitir el privilegio de participar gracias a sus esfuerzos durante todo el año, al apoyo de sus familias y al aporte de los patrocinadores.

"Tanto Fausto como yo tuvimos buena repercusión el año pasado. Los patrocinadores están muy contentos y desde que llegamos del último Dakar ya nos dijeron que teníamos la inscripción asegurada para esta edición. Ese fue el punto que más nos motivo para conseguir el resto del presupuesto y preparar las motos", se sincera el mecánico de Nanclares, donde regenta un taller.

Además de la cuantía económica, el Dakar se suele celebrar alrededor de las fechas navideñas. Esto requiere una dosis extra de comprensión por parte de las familias. Algo con lo que Romero cuenta desde joven, por estar siempre vinculado al mundo del motor y de la competición. Solo les falta volver triunfadores del cruel desierto.