El antiguo Museo de Arqueología reabre como residencia para mayores
El Palacio de la Burulleria reabre en el antiguo Museo de Arqueología tras una reforma interior integral
El Palacio Gobeo-Landazuri-Gebara es ya una residencia para personas mayores. La residencia Palacio de la Burullería acogerá a 24 mayores en un antiguo Palacio del siglo XVI. Los propietarios son la familia Vidal Basterra, que gestionan desde hace más de 20 años otras residencias en Chinchetru y Nanclares de la Oca.
Ahora han dado un paso más, con la primera residencia del Casco Viejo que se instalará en un palacio medieval del Casco Viejo. El palacio de los Gobeo-Gebara es, en realidad, un edificio 'medievalizado' en los 60, un falso histórico como Doña Ochanda. Por eso no ha habido problemas para la renovación interior, al carecer de protección.
El nuevo espacio abrirá a finales de mayo y estará gestionado por las hermanas Estibaliz y Leire Basterra Vidal. Ambas llevan más de 20 años trabajando en las residencias de sus padres en Chinchetru y Nanclares de la Oca. Aquellas residencias están destinadas principalmente a personas con demencia o Alzheimer. En Palacio de la Burullería, sin embargo, acogerán a personas con Grado 1 y mayores con cierta autonomía. El mail para obtener más información es info@residenciapalaciodelaburulleria.com
¿Por qué un palacio residencia?
Mari Mar, madre de Estibaliz y Leire, detectó hace años la necesidad de tener una residencia en Vitoria-Gasteiz. "Aunque Chinchetru y Nanclares están llenos, pero a los pueblos nos cuesta más llenar que a las residencias de Vitoria".
Sin embargo, Mari Mar no quería una residencia en un piso o en un recinto sin espacio exterior. "Yo quería una residencia con un jardín y unas condiciones mínimas. La búsqueda fue complicada, hasta que mi marido y yo nos vinimos arriba al ver este palacio a la venta".
Mari Mar reconoce su osadía por comprar el edificio en ese momento, ya que no contaba con la calificación correspondiente para instalar allí una residencia: "Podíamos habernos quedado con un museo". Pero el consistorio permitió el cambio de uso y posteriormente la obra duró un año.
Reforma interior completa
El arquitecto Pablo Carretón y Borja Ansotegui han dirigido la reforma del edificio, que mantiene el aspecto exterior que tenía hasta ahora. Los cambios son mínimos: la antigua puerta de entrada por 'la Corre' es hoy una cristalera que da al comedor y al salón de estar.
El jardín, en cambio, está completamente renovado. Se ha instalado una escalera de emergencia que da directamente a él y el solar tiene ahora un tapiz de césped artificial. En el jardín se mantiene el pozo histórico, uno de los muchos que hay en el Casco Viejo.
La residencia mantiene también las ventanas de los años 60, aunque en su interior hay nueva carpintería metálica, para garantizar la insonorización de las habitaciones.
La planta baja, por su parte, cuenta con salón-comedor, cocina, sala de estar, cuarto de enfermería y despacho. Además, algunas contraventanas y puertas son ahora mesas adaptadas. El edificio cuenta también con ascensor.
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