Condenan a una empresa por el nulo funcionamiento de 90 placas solares en Zabalgana

3 abril, 2017

La instalación, que estaba sobredimensionada, sólo pudo permanecer operativa durante la semana de prueba y presentaba 41 paneles rotos

Los paneles solares térmicos no funcionan en la mayoría de los edificios de viviendas de Vitoria. En este sentido, la Audiencia Provincial de Álava condenó en 2014 a la empresa Giroa a reparar la instalación de calefacción y agua caliente sanitaria de toda una manzana de pisos en Zabalgana. Allí, esta compañía instaló 90 placas solares en 2007, cuando se entregaron las llaves de los pisos, y se encargó de su mantenimiento hasta 2009. Pero sólo estuvieron operativas durante una semana, según recoge la sentencia.

En concreto, Giroa fue llevada a juicio por la comunidad de propietarios de la Avenida de las Naciones Unidas 11 y 13, Paseo de la Unicef 18, 20 y 22 y Paseo de la Unesco 1 y 4. Los vecinos debían abonar en un principio a la demandada 334,66 euros mensuales por los servicios de mantenimiento preventivo y correctivo de la calefación y las placas solares.

sentencia paneles solares

La manzana afectada por la sentencia

Sin embargo, la empresa contratada por los residentes para sustituir a Giroa en el mantenimiento concluyó tras la lectura del contador de energía solar que, desde 2007 hasta 2009, los paneles habían podido funcionar como mucho durante una semana, la de prueba.

Un perito declaró que toda la instalación estaba fuera de servicio

Asimismo, un perito constató que toda la instalación estaba fuera de servicio por su defectuoso diseño, montaje, manejo y mantenimiento. En cuanto al ahorro energético, había sido insignificante ya que el contador de calorías apenas había computado. Señaló que el consumo de gas natural en verano de 2008 y 2009 fue semejante al de la misma época del año en 2010, cuando la instalación solar se encontraba inoperativa.

La sustituta de Giroa explicó que, al poner en marcha la instalación, "no cogía presión y tenía fugas", así que optó por añadir una placa más. Pero las fugas continuaban. Además, los vecinos le mandaron cambiar nueve placas con los cristales rotos por una fuerte granizada que cayó durante la gestión de Giroa, como declaró esta última.

Sin embargo, la nueva empresa de mantenimiento se percató de que el número de paneles rotos ascendía a 41, de los 90 instalados por Giroa. Lo mismo pasaba con los tubos, que no podían estar dañados a causa de la granizada. Las causas, según recoge la sentencia, se debían principalmente a que la instalación estaba sobredimensionada, lo que unido a la falta de ciertos elementos técnicos que exige la normativa, impedía la refrigeración de los paneles.

La instalación tenía 90 placas para 80 viviendas, cuando con 41 paneles bien instalados hubiese sido suficiente

sentencia placas solares

En el edificio se han retirado varias hileras de paneles solares, como refleja la imagen

La compañía declaró que había 90 placas para 80 viviendas cuando "normalmente se pone una placa para dos viviendas". El inspector de instalaciones técnicas en edificios también consideró que el número de paneles estaba sobredimensionado. "Con 41 paneles bien instalados hubiese sido suficiente". En la actualidad, se han eliminado varias hileras de placas solares.

Este perito explicó que las 90 placas absorbían un calor excesivo, que no se disipaba al no haber las viviendas necesarias para aprovecharlo. Por eso, la temperatura de los paneles subió demasiado y se estropearon. Y añadió que el tubo de cobre por donde circula el líquido refrigerante es resistente y no se pudo romper por la tormenta.

  • Actuación del Gobierno Vasco

En este sentido, el coordinador de energía del Gobierno Vasco que autorizó la instalación final explicó que, en 2007, las instituciones públicas no entraban a valorar el número de paneles. Al ser un sistema complementario para calentar el agua, entendían que cuantas más placas hubiese se consiguiría un mejor rendimiento y un ahorro importante. Y que el exceso de paneles podía ser beneficioso. Posteriormente, la normativa cambió para limitar el número de paneles necesarios.

El Gobierno Vasco realiza una inspección visual para asegurarse de que lo ejecutado se corresponde con el proyecto, pero no comprueba el funcionamiento

Asimismo, señaló que, en la práctica, el Gobierno Vasco se limita a realizar una inspección visual para asegurarse de que lo ejecutado se corresponde con el proyecto que ha presentado el instalador. Pero no comprueban el correcto funcionamiento de las instalaciones. En este caso, sólo acudieron al edificio en el momento de arranque del sistema y verificaron que se habían hecho las pruebas.

Además del exceso de paneles, el perito también consideró defectos graves la falta de válvulas de seguridad y de control de temperatura a la salida de los captadores solares, lo que incumplía la normativa. Esto provocó que las bombas no fueran capaces de medir la temperatura en los colectores y no se refrigerara la instalación. En este sentido, la temperatura generada no se destinaba a calentar el agua sanitaria. Giroa reconoció que había problemas con los termostatos y las válvulas.

  • Libro de mantenimiento

Tampoco existían en zonas importantes del circuito secundario tomas de purgado de aire, que eran manuales y de difícil acceso en la entrada de los depósitos de acumulación solar. Y el intercambiador solar era pequeño para las 90 placas instaladas. Todos estos fallos técnicos favorecieron que los paneles solares se sobrecalentaran y no funcionaran más allá de la semana de prueba.

El libro de mantenimiento estaba en blanco

El perito indicó que el libro de mantenimiento no registraba ninguna operación. La empresa sustituta de Giroa también se encontró con este libro en blanco, a pesar de que se debe dar parte en él de las intervenciones y presentarlo al Gobierno Vasco. A este respecto, un trabajador de Giroa alegó que cada vez que revisaban la instalación dejaban una hoja cumplimentada y firmada.

Y no sabía  por qué no se encontraron las hojas de control en la comunidad. Este empleado acudió a evaluar los daños de la tormenta y explicó que hubo tres intervenciones concretas por fallos. Añadió que, normalmente, acudían una vez al mes para revisar el mantenimiento si no había otros avisos.