La participación a las 17:00 se desploma hasta el 33,2%, nueve puntos menos que en 2016
La abstención final al cierre de los colegio ha sido del 47%
La participación en las elecciones autonómicas del 12 de julio se ha desplomado en Álava. A las 12:00 la participación había caído tan solo 4 décimas, pero a las 17:00 el desplome es mucho mayor: de 9 puntos. Y durante toda la tarde ha sido escasa la presencia de votantes: con un goteo constante pero sin colas.
Nadie tiene claro a quién beneficia exactamente esta baja participación. El temor y la incertidumbre existe en todos los partidos, ya que las causas de la baja asistencia son varias, pero principalmente la pandemia sanitaria. Sí parece claro que una menor participación puede beneficiar a los partidos pequeños como Vox. Pero en el resto de formaciones no hay referencias para ello.
El 33,2% del censo ha votado hasta las 17:00. Una participación muy inferior a la del 2016, cuando fue del 42,48% hasta esa hora (un dato ya de por sí bajo). Estos datos invitan a pensar que la participación final se quedará en torno al 50-55% del electorado, lejos incluso del 60% que votó el 25 de septiembre de 2016.La mayor participación en unas autonómicas en Euskadi se dio en 2001, cuando a las 17:00 se había alcanzado el 51,81% de participación en Álava (la participación final alcanzó entonces el 80%), mientras que en las elecciones de 1994 apenas había votado a las 17:00 el 41,12% (al final votó menos del 60%). En 2016 había votado a las 17:00 el 42,48%.
Eso sí, en este caso no se tratan de datos oficiales, sino de una estimación: "Es una estimación de participación con un número representativo de mesas", ha aclarado la Consejera de Seguridad Estefanía Beltrán de Heredia. Estos datos de participación no incluyen los 16.000 alaveses que han votado por correo, el doble que en las elecciones de 2016.
En cuanto a Euskadi, la participación se sitúa en el en el 36% a las 17:00. En 2016 fue del 44,38% y en 2001 del 57,52%. No es posible comparar la participación de las autonómicas con la de las municipales y las generales. En aquellos comicios los avances se realizaron a las 14:00 y a las 18:00, pero en estos son a las 12:00 y a las 17:00.
Los vitorianos se han adaptado a votar de una forma diferente, con medidas de protección, siguiendo la señalización y llevando en muchos casos su voto desde casa. Aunque algunos electores y mesas hablaban de menos gente, lo cierto es que los datos son tan solo levemente inferiores a los de 2016.
En algunos colegios ha habido colas importantes en la entrada para poder votar. Pero estas colas avanzaban de forma rápida. Para votar es necesario dejar el DNI en la mesa, y de esta forma el presidente de mesa no tiene necesidad de tocarlo. Algunos presidentes de mesa echaban en falta la existencia de mamparas protectoras.
En los colegios electorales destaca la alta presencia de apoderados de Vox, llegados la mayoría de otros territorios españoles. Apoderados e interventores de otros partidos han llamado la atención a estos en algún centro al preguntar de forma reiterada a los votantes por su voto, según han denunciado algunos partidos.
De hecho en otros centros el número de apoderados e interventores de otros partidos es menor al habitual.
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