Permanezca a la espera...

13 octubre, 2014

Ha conectado usted con la central telefónica de la Procuraduría de Participación Ciudadana de la Agencia de Asuntos Sociales Vitorianos con cargo a la Organización de Visitas de Ciudades. Si el motivo de su llamada es para consultas técnicas, pulse uno. Si es para consultas generales, pulse dos. Si es una urgencia, pulse tres. Si […]

Ciudad RelatoHa conectado usted con la central telefónica de la Procuraduría de Participación Ciudadana de la Agencia de Asuntos Sociales Vitorianos con cargo a la Organización de Visitas de Ciudades. Si el motivo de su llamada es para consultas técnicas, pulse uno. Si es para consultas generales, pulse dos. Si es una urgencia, pulse tres. Si por el contrario puede esperar, pulse cuatro. Si quiere hablar directamente con alguno de nuestros ciento siete asesores para ofrecerle información sobre la ciudad, pulse cinco. Si es usted proveedor de propuestas bienintencionadas y quiere realizar una aportación, pulse seis. Si no sabe exactamente, suele ocurrir, para qué es su llamada, marque cero. Para cualquier otra cosa, espere, por favor.

Ha pulsado usted cero. El cero representa llamada inespecífica. Para las llamadas inespecíficas le rogamos que siga el siguiente protocolo. Si la no concreción en el objetivo de su llamada se debe al desconocimiento del tiempo meteorológico, y no sabe si salir o no de su casa para pasear por su ciudad, pulse asterisco. Si por el contrario procede de la propia desorientación personal, pulse almohadilla.

Ha pulsado almohadilla. Por favor, concrete lo siguiente. Si su desorientación personal se debe a un estado de embriaguez etílica después de una noche por el casco viejo vitoriano, pulse uno. Si la desorientación se debe al elevado grado de abstracción de su consulta, pulse cuatro.

Ha pulsado cuatro, esta asociación te informa del alto riesgo social que implica ser miembro de esta ciudadanía, y califica su intención de visitar la ciudad como altamente delicada y por motivos de seguridad entiende que realizar de forma presencial y personal su intención puede llevarle a experiencias como el alto riesgo de disfrutar de las vistas desde la balconada de San Miguel, caminar por la Plaza Nueva pasando el dedo índice por las sillas de las terrazas donde hueles a café, saborear un goxua desde cualquier rincón de la ciudad, o agudizar su oído en el paseo que confluye en las casetas de los humedales de Salburua…

Usted verá si desea realizar esta peligrosa excursión por los cinco sentidos… Mientras se lo piensa, permanezca a la espera, permanezca a la espera, permanezca a la espera…