¿Por qué hay cada vez más fruterías en Vitoria-Gasteiz?

29 enero, 2023

Las fruterías mantienen su fuerza en Vitoria-Gasteiz mientras descienden las pescaderías y las carnicerías

Las fruterías son un negocio en auge: cada vez más gasteiztarrak notan el aumento de este tipo de establecimientos en sus barrios. Según Aenkomer en Vitoria-Gasteiz hay 64 fruterías registradas. Aunque pueden ser más, ya que algunas aparecen como establecimientos de alimentación.

En Euskadi, las ventas de los comercios de alimentación han caído un 3,2% en 2022. Este porcentaje incluye fruterías, pescaderías y carnicerías, entre otros. Aún así, esto no ha impedido que más fruteros suban sus persianas. En zonas como Coronación o Gerardo Armesto hay hasta 4 fruterías en unos 100 metros. Y compiten cara a cara con los supermercados, cada una con su estrategia: precio, calidad, cercanía...

Este aumento de las fruterías contrasta con la caída en el número de pescaderías y carnicerías. En algunos barrios hoy en día resulta difícil comprar pescado más allá de un supermercado. Y las carnicerías se han reducido a la mitad en apenas 15 años: no hay relevo y los supermercados se llevan la clientela. ¿Por qué, entonces, las fruterías siguen al alza?

Escasa inversión inicial

Para Iker, el incremento de fruterías "se nota". Su negocio es una franquicia con media decena de fruterías de la misma cadena en Vitoria-Gasteiz: "En el barrio hay muchas tiendas, pero se diferencian por la calidad de los productos".

Las fruterías aparentemente requieren poca inversión

¿Por que proliferan tanto las fruterías? La clave es la escasa inversión necesaria para activar el negocio. La frutería es algo fácil de montar: "Pagas el alquiler y los productos se amontonan en cajas".

Juan Antonio, director comercial de Frutas Zelaia, reconoce que el "acceso es fácil y se coge por poco dinero". Es decir, "aparentemente parece que tiene poca inversión y tiene menos requisitos", manifiesta. Frutas Zelaia cuenta con tres tiendas. La última abrió en septiembre de 2022 en el cruce de La Paz con Rioja.

Abrir una frutería "no es fácil: hay que tener paciencia y poner empeño"

Itziar, minorista de 'La Huerta de José Mari', matiza esta facilidad. "Abrir una frutería no es más fácil. Aunque la gente piensa que sí lo es". Itziar proviene de una familia de fruteros. Ella, junto con su hermano, son la segunda generación del negocio familiar. Ahora, cuenta con dos tiendas en el centro gasteiztarra. Según Itziar, hace falta conocer el producto, la calidad y el servicio: hay que saber dónde se coloca la tienda, a qué clientela te diriges y necesitas unos conocimientos financieros.

Lo mismo piensa Abdulah, de la frutería Lika. "No cuesta nada, pero hay que tener paciencia: no hay beneficio al instante", explica. "Tienes que meter muchas horas y es mucho trabajo". Es "imposible para un trabajador solo". Además, para Abdulah, también es necesaria "la suerte, porque te la puedes pegar".

Para Itziar, ha habido un repunte de fruterías que posteriormente han disminuido. Ha visto establecimientos en los últimos años que "han abierto y cerrado". Afirma que "se está profesionalizando todo y, como todos los negocios, hay que tener empeño".

Esto también lo corrobora José Alberto, trabajador de la frutería 'Casa Jin'. Alrededor de su tienda, situada en la calle Francia, José Alberto ha visto "constantes cambios" de comercios que abren y cierran. A su alrededor, hay ahora mismo 3 tiendas y se pregunta "cuanto durarán".  'Casa Jin' es un negocio regentado por una familia china. Llevan más de 4 años con dos tiendas abiertas en Vitoria-Gasteiz.

¿Quién es la competencia?

Quién es la competencia varía según los comerciantes: según donde están situadas las tiendas, qué clientela tienen y cuál es la calidad del producto. Algunos fruteros locales sostienen que hay "mucha competencia" y que la más directa son los locales regentados por extranjeros: paquistaníes y en menor medida chinos.

Iker explica que muchos de estos locales reducen costes "ahorrándose las cámaras frigoríficas". Según este comerciante, "la fruta hay que mantenerla en frío y no hay que romper la cadena de refrigerado". Estas cámaras son caras y costosas. En su caso, paga 1.000 euros al mes de luz solo por mantener la cámara frigorífica.

Abdulah reconoce que no tienen cámaras frigoríficas, pero esto lo compensan con una compra más constante, evitando almacenar género en sus locales. Así, compran menos en cada visita al Mercado de Mayoristas: "Y se vende todo".

Fruterías Vitoria

Aitor, propietario de 'Frutas Uriarte', no ve como competencia directa a las tiendas dirigidas por inmigrantes. "Vienen con ganas de trabajar y ven que es fácil dirigir una frutería por la poca inversión", argumenta. Este es el caso de Kasim, responsable de Frutas Álava. Lleva casi dos años en este sector y ahora mismo cuenta con dos tiendas. Aunque tiene pensado abrir más.

Kasim especifica que es más fácil este tipo de negocio porque "no se necesita ningún tipo de maquinaria, excepto la caja registradora". Para ponerlo en marcha, requiere "preparar estanterías y poner ahí las cajas de fruta y verdura". Este frutero añade que, sobre todo, el conocimiento recae en "saber comprar la mercancía".

Para Aitor su prioridad es competir con el mundo online para mantener la única tienda de su negocio familiar. Para ello, abre el máximo de horas posibles: 12 horas. Además, incluye los domingos y los festivos. Ya no cierra al mediodía, como ocurría en años anteriores.

Las grandes superficies están perjudicando al comercio local

Para otras fruterías, la competencia son los supermercados y, en algunos casos, las franquicias. Para Iker y Aitor las grandes superficies "están machacando al comercio local". Itziar, sin embargo, ve sana la competencia: "Hay clientes que me compran a mí unos productos y completan la compra en otro establecimiento".

Asimismo, algunos fruteros aseguran que las inspecciones del Ayuntamiento no son iguales para todos. "No es justo", expresa Iker. Para este frutero, el consistorio debería exigir unos mínimos de estética, sanidad y calidad en todas las tiendas.

Falta de relevo

Todos los fruteros coinciden en la falta de relevo generacional. Es un problema del futuro. Y miran también a los clientes: "Se está perdiendo la cultura del pequeño comercio". Manifiestan que algunos fruteros se van a jubilar y nadie continúa con su legado. Esos negocios "se cierran y no se vuelven a abrir".

Fruterías Vitoria

Esta frutería de Sansomendi cerró por jubilación y permanece cerrada

Por ello, una de los posibles causas del aumento de fruterías regentadas por inmigrantes es la falta de nuevas generaciones para continuar con los negocios familiares. Así, estos nuevos vitorianos "llenan los huecos vacíos", comenta Aitor.

"Estamos todos los amigos en el negocio. Alrededor de 16 personas" explica Kasim. Estos "paisanos" provienen de la misma provincia de Paquistán. ¿Por qué abren fruterías? "Porque vemos a otros paisanos abrirlas y aprendemos de ellos, como ocurre con los kebabs".

El padre de Abdulah trabajaba en una frutería en Paquistán

En el caso de Abdulah, su negocio es familiar. Su padre trabajaba en una frutería en Paquistán, y él mismo fue vendedor. En mayo de 2020, su hermano mayor, taxista en Barcelona, dejó su trabajo para abrir esta frutería en Lakua.

A pesar de no conocer el barrio, pero abrieron un local que siempre había sido una frutería, y que llevaba tiempo cerrada. "De momento no estamos notando un aumento de fruterías en Lakua, aunque sí hemos oído que van a abrir más". Aun así, "se nota el aumento de fruteros cuando vas al mercado mayorista".

¿Cómo ha afectado la pandemia y la actual crisis?

En general, el confinamiento de 2020 originó "buenas" ventas: aumentaron o, por lo menos, se mantuvieron. En ese momento, la población permanecía en su casa y compraba en las tiendas de su alrededor. Fue una época de buenas ventas para el comercio local. El único "impedimento fue el acceso limitado a las tiendas", especifica Juan Antonio.

Las ventas cayeron con el fin de las restricciones

Cuando terminaron las restricciones, las ventas cayeron. Uno de los comerciantes explica que sus ventas "han ido decayendo" y su facturación ha disminuido hasta la mitad. Otros locales, en cambio, no han sufrido tanto en ventas y no han perdido clientes. Aun así, han observado que la clientela se preocupa más por los precios y compra lo necesario.

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En septiembre de 2021, este puesto del Mercado de Zaramaga bajó su persiana en el mercado de Reyes de Navarra

"La sequía y el aumento de los gastos", explica Juan Carlos, han elevado los precios en los últimos meses. La falta de agua y el calor han mermado algunas cosechas, lo que se une al aumento general de precios. Aún así, los fruteros resisten. Para la frutería Capricho: "Aunque hay crisis, la fruta se sigue comprando".

"Los precios van cambiando constantemente", especifica Abdulah. Para él, "la mejor publicidad es el boca a boca" para atraer clientes.

¿De dónde viene la fruta?

Cada frutero compra la fruta en distintos mercados y distintos proveedores.

En el caso de Aitor, el 80% de su género es de "origen directo". Es decir, son productos de origen español y de Km0 (Euskadi y Navarra). El restante 20%, en cambio, proviene de 'Mercabilbao'. Ahí compra frutas más exóticas como el mango.

El Mercado de Mayoristas de Vitoria pierde fuerza en favor de Bilbao

Para la frutería Capricho, su especialización es producto "gourmet" y sus proveedores son tanto de Extremadura, Valencia como Euskadi y Navarra. En menor cantidad, recoge género de 'Mercabilbao' y del mercado de Vitoria-Gasteiz.

Kasim principalmente compra fruta de 'Mercabilbao'. En pocas ocasiones ha comprado en 'MercaVitoria'. Lo mismo ocurre con 'Casa Jin' y frutería Lika. En esta última el 80% de su género proviene de Bilbao.

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Edificio de 'Mercabilbao'

Falta de ayudas

Algunos comerciantes, sin embargo, se quejan de la falta de ayudas. En los últimos dos años, los comercios como las fruterías no han entrado en el 'Bono Denda' del Gobierno Vasco.

En su momento, los comerciantes realizaron una queja telefónica a la administración y no hubo respuesta. En 2022 el sector de alimentación sí accedió al 'Bono Denda'. Pero solo comercios dedicados a productos delicatessen, herboristerías, vinotecas o reposterías. Iker, frutero en el barrio de Coronación, por ejemplo, solicita que el Gobierno Vasco incluya estos negocios el siguiente año.