Premios para una victoria sin brillo

5 enero, 2012

El Caja Laboral sumó en la noche de ayer una nueva victoria, esta vez sobre Fuenlabrada por 61-51, en la Liga Endesa que le vale para clasificarse matemáticamente para la próxima edición de la Copa del Rey y ascender al liderato de la liga, compartido con otros cuatro equipos. La ausencia de Pau Ribas reducía […]

El Caja Laboral sumó en la noche de ayer una nueva victoria, esta vez sobre Fuenlabrada por 61-51, en la Liga Endesa que le vale para clasificarse matemáticamente para la próxima edición de la Copa del Rey y ascender al liderato de la liga, compartido con otros cuatro equipos.

La ausencia de Pau Ribas reducía la, ya de por si, mermada rotación baskonista hasta las ocho piezas. El pívot Golubovic saltó en el quinteto inicial pero su puesta en escena, como la de todo el equipo, no fue buena y desapareció a los dos minutos para no volver. Eso sumado al convidado de piedra que es ahora mismo Joey Dorsey, conllevó que el partido contra el Fuenlabrada lo sacaran adelante entre siete piezas (Prigioni, Heurtel, Oleson, San Emeterio, los dos Bjelicas y Teletovic). En el conjunto madrileño, por su parte, tampoco están de suerte. A la marcha de Ayón hubo que sumarle durante el partido de ayer la lesión de Mainoldi lo que redujo su potencial sensiblemente.

Lo que podía esperarse como un partido tranquilo, resultó bastante diferente. Baskonia entró frío (y salió) en el partido. El Fuenlabrada es un conjunto, muy inferior en calidad pero, aguerrido y bien trabajado que buscó sus opciones y nunca le perdió la cara al encuentro. El Caja Laboral, en uno de los peores cuartos de la temporada, anotó 10 puntos en el primer periodo y ya se comprobó desde ese momento que el partido iba a salir enredado. Desde la defensa (Fuenlabrada no superó los 15 puntos en ningún parcial) el Baskonia logró ir haciendo los deberes mientras en ataque el acierto en el tiro parecía habérselo llevado algún paje de los reyes magos (Teletovic terminó con 3 de 10, Nemanja con 0 de 4 o San Emeterio, Prigioni y Milko con 0 de 2…sólo Oleson salvó su carta de tiro desde más allá de 6,75 con un 3 de 4). Poco a poco, el equipo vitoriano fue acabando con la resistencia de un correcto Fuenlabrada que encontró en el pívot Sené, el jugador sobre el que cargar todo su juego ofensivo. El interior, con un físico imponente pero mucho que mejorar en el apartado técnico, superó una y otra vez a la defensa baskonista en la pintura y, por momentos, pareció verse al mismismo Dwight Howard pasearse por la cancha del Iradier Arena (18 puntos, 13 rebotes y un tapón colorean su magnífica estadística).

En el cuarto final, dos triples consecutivos de Teletovic y Oleson dispararon la diferencia a catorce puntos y hasta ahí llegó un partido con poca historia y muy soso para los 8.050 (según una estadística excesiva a juicio de un servidor) aficionados que se dieron cita en el Iradier Arena para dar la bienvenida al 2012. Darle calor al equipo fue imposible. El juego y el ambiente resultaron bastante fríos. Hay ganas de volver al Buesa Arena y de volver a vivir "baloncesto en estado puro". Eso será dentro de muy poquito. Mientras tanto, Caja Laboral es ya equipo de Copa del Rey y colíder de la ACB.