¿Puedo colocar una piscina hinchable en mi terraza?

Vitoria-Gasteiz superará este martes los 30º. La ciudad recibe al verano con mucho calor. Es momento de refrescarse y muchos han optado por comprar una piscina ante la imposibilidad de entrar en Mendi, Gamarra o el Estadio. Algunos incluso se atreven a colocar piscinas hinchables en los balcones. No hay ninguna ley que lo prohíba. Pero ¿es esto seguro?

El agua pesa. Y pesa mucho. Cada litro de agua (tamaño de un brick de leche) pesa 1 kg. Y los edificios tienen un límite de carga máxima: "Las estructuras de los edificios deben soportar por ley una carga máxima de 200 kg/m2, que en Vitoria aumenta a 300kg/m2 en las azoteas” para aguantar posibles nevadas, explica el arquitecto Germán Martínez. Esta normativa afecta a los edificios levantados después de 2006.

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Esta carga de 300 kg/m2 se alcanza con una piscina de 1 m2 y 30 centímetros de agua. La carga máxima de 200 kg/m2 se obtiene con apenas 20 cm de agua, aunque habría que sumar además el peso del propio bañista.

Las piscinas para bebés no deberían suponer, por tanto, un problema. Pero sí lo son aquellas para niños mayores o incluso para adultos.

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Eso sí, los edificios suelen construirse con un cierto margen en la capacidad de carga: "Los 200 o 300 kg/m2 de carga máxima son valores mínimos, pero habitualmente se suele mayorar la estructura" para permitir mayor resistencia a la estructura, aclara Germán Martínez.

Si se supera la carga máxima, podrían producirse fisuras o grietas que afecten a la estructura del edificio.

Consultar con un arquitecto

La carga máxima de 200 y 300 kg/m2 únicamente se cumple en los edificios construidos más allá de 2006, fecha en la que se estableció este requisito en la edificación. En los edificios más antiguos la carga puede variar: "La recomendación es no colocar piscina. Y, si se va a instalar, es mejor hablar con un arquitecto y tener acceso a los cálculos del proyecto", explica Germán Martínez. De esta forma se podrá calcular la altura máxima que podrá alcanzar el vaso.

La situación también se complica en viviendas adosadas con parking subterráneo. Muchas de las casas con jardín de los nuevos barrios tienen garaje en el sótano. El jardín está sobre una estructura: conviene conocer la carga máxima permitida por esa estructura antes de instalar una piscina. La ley establece aquí también el mínimo de 300 kg/m2, pero podría ser mayor si así lo determinó el proyecto arquitectónico.