Una vitoriana reclama rehabilitación continua para enfermos crónicos en la sanidad pública

25 octubre, 2016

Ainhoa Valle padeció un derrame cerebral en 2007 y, desde entonces, sufre parálisis parcial y vive todos los días con dolores intensos

La vitoriana Ainhoa Valle padece un intenso dolor crónico que afecta seriamente a su calidad de vida. El 21 de noviembre de 2007, un derrame cerebral le provocó una hemiplejía en el lado izquierdo del cuerpo que derivó a una hemiparesia o parálisis parcial. El sufrimiento, "a veces insoportable", que debe tolerar a diario disminuiría de forma significativa si Osakidetza ofreciera una rehabilitación constante que fuera más allá de la atención inmediata en los trastornos incurables. Este servicio no existe en la sanidad pública vasca, según denuncia la afectada.

osakidetza consultas externasLas secuelas del ictus que estuvo a punto de matarla conllevan fuertes molestias, sobre todo en el hombro, al no poder moverlo con normalidad. También presenta distonía o cambios en el tono muscular de la mano izquierda, lo que dificulta su control.

"Siento un dolor terrible. Vivo todos los días del año como si tuviera 200 kilos sobre el hombro y 50 en el dedo gordo de la mano. Es como si alguien te aplastara hacia abajo".

Esa sensación se reducía "a la mitad" cuando Ainhoa acudía a sus 30 minutos de rehabilitación diaria en Osakidetza. Las mejoras se tradujeron primero en grandes cambios, como poder andar de nuevo. Luego fueron más sutiles, hasta que se quedó "estancada" y le dieron el alta. Entonces, sus dolores empeoraron y perdió parte de los avances conseguidos.

Vivo todos los días del año como si tuviera 200 kilos sobre el hombro y 50 en el dedo gordo de la mano

Ainhoa también toma pastillas todos los días por la mañana y por la noche para tratar la epilepsia provocada por el daño cerebral. "La neuróloga me hace un seguimiento" de esta enfermedad. "Si la hemiparesia y los fuertes dolores crónicos que conlleva son otra secuela del derrame, ¿por qué no se trata de forma estable como con la epilepsia?", se pregunta.

"Ya sé que tengo que vivir con este sufrimiento. Me ha dado un derrame cerebral y las cosas no son como antes. Pero lo que no acepto es que si yendo a rehabilitación todos los días disminuye mucho el dolor, por qué no puedo asistir de nuevo con esta periodicidad para minimizarlo". Hasta ahora, los médicos que la han atendido en Osakidetza y sus superiores, "con quienes he intentado hablar", no le han dado una respuesta. "Me siento abandonada".

"La rehabilitación en la sanidad pública está pensada para cuando te rompes un dedo o una rodilla". Por eso, Ainhoa ha iniciado una petición en Change.org donde reclama una rehabilitación continua en Osakidetza destinada a mitigar los dolores crónicos. El tratamiento "debería durar el tiempo que haga falta, que en estos casos suele ser de por vida".

Me siento abandonada por los médicos de Osakidetza en cuanto a mi demanda de una rehabilitación continua

El año pasado, Ainhoa creó en esta plataforma online la misma petición, que ha relanzado tras ser ingresada a principios de agosto por un ataque de epilepsia. "He vuelto a ir para atrás y el dolor es de nuevo insoportable". Lejos de desanimarse, "esta vez he decidido que hasta que no consiga que haya una unidad de crónicos en rehabilitación no voy a parar. Si me atienden pronto daré poca chapa. En caso contrario, mucha", advierte.

  • Concentración este miércoles 

En este sentido, también ha convocado una concentración para mañana, Día del Daño cerebral, que tendrá lugar a las 11:00 horas frente al Parlamento vasco. Asimismo, planea presentar de forma paralela una proposición no de ley en esta institución que acompañará con las más de 1.700 firmas obtenidas a través de Change.org y un escrito redactado por ella misma. "Estoy hablando con todos los grupos políticos para conseguir su apoyo".

"El derrame cerebral me dio en Vitoria y una vecina me llevó al hospital Santiago, donde desgraciadamente el escáner estaba estropeado. En Txagorritxu tampoco me pudieron atender, así que finalmente me trasladaron en ambulancia hasta San Sebastián. En estos casos el tiempo es muy importante, ya que cuanto antes se pare la hemorragia menos neuronas se mueren", explica.

A la craneotomía inicial le siguieron al menos tres operaciones en esa zona. La última fue en 2010, lo que le permitió, entre una intervención y otra, acudir 30 minutos diarios a rehabilitación en Osakidetza. Pero cuando le dieron el alta tras la cuarta operación, transcurridos unos dos años desde el derrame, no tuvo más remedio que rascarse el bolsillo para poder beneficiarse de una rehabilitación más estable y continua.

  • Desembolso económico

Ainhoa pertenece a Atece Álava (Asociación de Traumatismo Craneoencefálico y Daño Cerebral Adquirido), donde acude cada quince días a rehabilitación y semanalmente a terapia ocupacional y al grupo de equilibrio. Por estos servicios, "que están muy subvencionados", paga "unos 200 euros al mes".

Sin embargo, la asociación no puede cubrir todas sus necesidades, ya que hay "un solo fisioterapeuta para atender a 170 familias". Por ello, normalmente acude dos horas al mes a un rehabilitador privado, lo que supone un desembolso de otros 100 euros. "En mi situación económica, que está dentro de la normalidad, me lo puedo permitir. Pero hay mucha gente que no tiene dinero para tratarse fuera de la sanidad pública. Cuando lo pienso se me llevan los demonios", concluye Ainhoa.