El reloj de la piscina
Hace casi dos meses que el Ayuntamiento abrió por fin las piscinas de Mendizorroza. Una obra que, mientras los ciudadanos veían pero no podían disfrutar, ha servido para que en el consistorio PP y PSE tengan una nueva razón sobre la que discutir. Para su apertura hubo que esperar cuatro años y, lo que es […]
Hace casi dos meses que el Ayuntamiento abrió por fin las piscinas de Mendizorroza. Una obra que, mientras los ciudadanos veían pero no podían disfrutar, ha servido para que en el consistorio PP y PSE tengan una nueva razón sobre la que discutir.
Para su apertura hubo que esperar cuatro años y, lo que es peor, poner 9 millones de euros más de los inicialmente presupuestados. El auditor será el encargado de determinar si el culpable de este retraso y el sobrecoste fue el gabinete de Alfonso Alonso o lo es el de Patxi Lazcoz.
Pero en este camino, y desde la inauguración, se han dejado un detalle: en la zona de las piletas no hay reloj. Es un detalle insignificante tras cuatro años de despropósitos, pero hoy el mayor motivo de quejas de los usuarios del nuevo edificio.
Así que, entre tantos millones, parece ser que a nadie se le ocurrió destinar unos euros a colocar un reloj. Puede que la idea del consistorio sea que, en ese lugar, la relajación es máxima y es mejor que los usuarios no estén pendientes de la hora para garantizar así su abstracción del mundo que les rodea.
También es posible que sea una estrategia para que los vitorianos realicen una operación renove de sus relojes: de ahora en adelante, sólo relojes 'water resist'. Y las relojerías alavesas tan contentas, ya que los vitorianos vuelven a acudir a ellos, en lugar de adquirir los relojes en el chino. Y si no, siempre quedan los socorristas, conscientes ellos de que su principal objetivo es ofrecer a los bañistas el minuto y resultado.
Esta carencia se comprende aún menos al observar que, en cambio, sí que hay un segundero en la pileta, así como un marcador para establecer las clasificaciones.
Sin embargo, y tras la inauguración, el pasado 28 de marzo el ayuntamiento aseguraba en internet que estaba "proyectándose un display de gran formato con indicación de temperatura y humedad relativa promediadas, así como hora". Más de mes y medio después, aún se desconoce qué es realmente el susodicho display.
Probablemente los usuarios no necesiten tanta información. Les basta con saber qué hora es, cuántos largos les da tiempo a hacer y, ya de paso, ver si pueden batir su propio récord de velocidad de nado. Así pues, mientras llega el magnífico display, los relojeros hacen su agosto y los socorristas aún mantienen la paciencia.
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