Piscinas, Estación de Autobuses o un Mercado: proyectos fallidos en las ruinas de San Francisco
La demolición del Convento San Francisco dejó un gran solar en el centro de Vitoria-Gasteiz para el que se proyectaron opciones como una Estación de Autobuses, un mercado o piscinas
Desde el mes de noviembre ha permanecido abierta una interesante exposición en la Fundación Sancho el Sabio sobre el desaparecido convento de San Francisco. Un convento que dejó, tras su derribo, un gran solar en pleno Ensanche. Repasamos los proyectos, algunos realizados y otros no, que se plantearon para aquel solar.
Tras el derribo del convento, la antigua Caja de Ahorros Municipal se hizo con los terrenos para construir su nueva sede. Hasta la fecha, la Caja de Ahorros se encontraba en los bajos del ayuntamiento desde su fundación en 1850, siendo la primera entidad de este tipo creada en el País Vasco.
La nueva sede debía de responder a los paradigmas estéticos y de tamaño de edificios similares de otras ciudades. El proyecto fue dirigido por el arquitecto local Miguel Mieg. Iba a ser sede de la entidad, pero también se proyectó con catorce portales que sumaban 150 viviendas de alquiler a partir de 90 pesetas. La obra finalizó en 1934 con la inauguración de las nuevas instalaciones. El coste de su construcción superó los cinco millones de pesetas de la época.
La entrada principal se ubicó en la esquina de mayor importancia del solar, en la plaza de Correos. Las dimensiones del proyecto y su estética supusieron una novedad en la Vitoria-Gasteiz de la época. Se convirtió en la operación urbanística más importante de la ciudad hasta la fecha.
Con la construcción de la manzana también se abrió el primer tramo de la calle Olaguibel, tras el derribo de un viejo edificio que existía entre el Banco de España (construido sobre el antiguo teatro en 1924) y Correos (inaugurado en 1929). Esto configuró un nuevo espacio urbano en la zona.
Durante la Guerra Civil, según el periodista y escritor gasteiztarra Carlos Pérez Echevarria, en lo alto del edificio de la Caja de Ahorros Municipal, se hallaba emplazada una ametralladora con el fin de derribar, sin gran éxito, los aviones de la guerra que sobrevolaban la ciudad.
Tras la guerra civil, en 1941, en el solar que aún quedaba vacío entre las calles Olaguibel y las traseras de la cuesta de San Francisco, se proyectó un edificio de dimensiones similares a las de la manzana de la Caja de Ahorros promovido por la misma entidad.
En realidad, el proyecto no era uno solo sino tres. Todos ellos fueron diseñados por los arquitectos Emilio Apraiz y Jesús Guinea González Peñalba.
El primero de ellos pretendía construir en el solar un mercado y una estación de autobuses a dos niveles. La salida de la estación de autobuses estaría en la trasera del Banco de España y el mercado por el Resbaladero-calle Fueros.
El segundo proyecto pretendía prolongar la calle Mateo Moraza, hasta Fueros dividiendo el solar en dos.
Y por último, el tercero ideaba una sola manzana en cuyo interior iría una zona de duchas y dos piscinas cubiertas. Las piscinas se empezaron a popularizar en la sociedad en el periodo de entreguerras, y aparecieron las primeras piscinas cubiertas en la década de los veinte.
La primera inaugurada en España fue la del Club de natación de Barcelona en 1922. De haberse llevado a cabo el proyecto de 1941, Vitoria-Gasteiz hubiese sido una de las primeras ciudades con instalaciones públicas de este estilo. Como curiosidad, aquella primera idea de piscinas cubiertas contaba con una para uso de clases populares y otra preferente.
Pero ninguna de las tres ideas se llevó a cabo: hubo que esperar varios años para que vieran la luz las instalaciones que ya en 1941 se proyectaron. Así la casa de duchas no fue inaugurada hasta 1948 en la calle Correría, la estación de autobuses llegó en 1950 a la calle Francia y las piscinas cubiertas en 1959 en Landazuri. Por último, el nuevo mercado tuvo que esperar hasta 1975 cuando se inauguró la nueva Plaza de Abastos en Santa Barbara.
Al encallar los tres proyectos hubo que esperar hasta la década de los cincuenta para que se iniciara la construcción en dicho solar de los edificios que conocemos hoy en día y que responden a la estética Neo Herreriana típica de la dictadura. Los edificios fueron destinados a juzgados, Gobierno Civil, comisaría y Delegación de Hacienda. Aún hoy en el edificio del antiguo juzgado se puede observar el antiguo escudo franquista. La fuente que se ubicaba en la plaza desapareció con la construcción del parking subterráneo, hoy en día prácticamente vacío.