Rusia en el corazón de Vitoria

11 abril, 2013

Vitoria cuenta desde hace dos años con una tienda rusa

Con Vitoria entera mirando esta semana a Moscú, hay un local en la Calle Los Herrán que mira hacia allí los 365 días del año. Hace cerca de dos años que Vitoria abrió la primera tienda de productos rusos. Un comercio especializado en comida de los países de la antigua URSS, que recoge la esencia de la gastronomía del este de Europa. En su escaparate destacan, como no podía ser de otra forma, las Matrioskas. Junto a ellas varias estampitas de la religión ortodoxa, la imperante en todos los países de la zona.

El escaparate se completa con varias botellas de cristal con formas diversas. Destaca una con forma de pistola y coñac en su interior "que mata pero no dispara", según nos cuenta Valerio, uno de los dependientes de la tienda. En Rusia la bebida está ligada sí o sí a la comida. El vodka, "que no tiene nada que ver con el que se vende aquí", se acompaña siempre con algo de comida pero, eso sí, allí no existen los cubatas. Gambitas secas o pescaditos secos son sólo un aperitivo muy salado para tomar con la cerveza o con otro tipo de alcohol.

Al entrar al local sorprende ver que no hay mención alguna al CSKA pero sí al Baskonia. Sobre un corcho en el que se distinguen numerosos anuncios de alquiler escritos en ruso destacan las firmas de Pablo Prigioni y de Brad Oleson en sendas fotografías de ambos.  Es prácticamente lo único occidental que podemos ver. Porque hasta se pueden encontrar revistas y periódicos llegados desde Rusia, Ucrania, Moldavia o Bulgaria.

Sobre el mostrador también se ven tiras de salmón ahumado y otros pescados preparados de la misma forma. Posiblemente a muchos vitorianos su aspecto no les llama a probarlos. Pero al fin y al cabo sus clientes son, en su mayoría, inmigrantes que se encuentran ya entre nosotros. Más apetecible parece el embutido que se ve en la vitrina; cualquiera diría que no viene del centro de nuestra meseta. La Sopa caliente, en diversas modalidades, es otro de los platos indispensables. Más espesa con verduras o más líquida, pero ambas cumplen el objetivo de hacer entrar en calor durante los largos inviernos.

Aunque si de calorías hablamos, algo que no puede faltar es el turrón. Un mazacote de manteca y frutos secos con un pequeño parecido visual al turrón de Jijona, pero que constituye una bomba calorífica. De hecho, fue la principal fuente de subsistencia durante los asedios a las ciudades soviéticas por parte de los nazis, según nos cuenta Valerio.

Con la sal como principal elemento de conservación, la berza, los tomates o los pepinillos en conserva también se encuentran en esta tienda. Junto a ellos el llamado trigo sarraceno, que se cocina igual que el arroz.

Además, desde el próximo 4 de mayo, los rusos se harán veganos durante 49 días. Un periodo coincidente con la Pascua ortodoxa, en el que la verdura y los productos vegetales será lo único que puedan probar.