La Calle San Francisco ha estrenado este fin de semana el nuevo graderío. Una solución arquitectónica para salvar el desnivel existente en esta calle entre los números pares e impares. El graderío consta de tres escalones de granito, con una importante diferencia de altura entre ellos.
Antes en este punto había escaleras, que eran muy utilizadas como asiento en los días de verano. En los alrededores hay una heladería y varios bares, y son los clientes de estos establecimientos los que utilizaban las escaleras.
Las nuevas gradas tienen una considerable altura y pueden representar también un cierto riesgo si alguien anda despistado. Además, en la parte baja del graderío hay un bicicarril y los nuevos contenedores soterrados, que aún no están habilitados.
Las obras de la Cuesta de San Francisco prosiguen actualmente en varios puntos. Ya se han colocado los cristales del ascensor y se ultima la urbanización de varias aceras para su apertura. Por ahora el punto más retrasado está en la propia Cuesta de San Francisco y en San Vicente.
La cuesta de San Francisco estuvo abierta hasta hace unas semanas al tráfico, por lo que no era posible ninguna actuación en este punto. Respecto a la Cuesta de San Vicente, la actuación es más compleja, ya que busca eliminar las filtraciones en las covachas del Machete.
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