Satur: "Me he quedado solo y cerrar Bultzain es lo más fácil"

11 febrero, 2016

Satur García acusa a ELA de "no tener compasión" y critica al PNV por no haber mejorado la situación

Bultzain, la asociación impulsada y dirigida por Satur García para ayudar a los sintecho, está al borde de la desaparición. En diciembre despidió a sus tres trabajadores ante la falta de subvenciones y ahora no tiene dinero para afrontar la indemnización ni los impagos acumulados desde 2014. Los trabajadores deberán acudir al Fogasa para poder cobrar lo que se debe. La asociación mantiene además una deuda con la Diputación por no justificar con facturas los gastos de 2014.

La asociación no puede tener beneficios, vive al día de la caridad y de la "miseria" que le conceden las administraciones públicas. Por el momento el Ayuntamiento ha garantizado una subvención de 50.000€, sujeta a la valoración de los técnicos y para gastos determinados. Pero si Bultzain no consigue el dinero para pagar las indemnizaciones pendientes Satur García asegura que tendrá que ser él quien afronte la responsabilidad patrimonial y poner de su bolsillo dicha deuda: "Nos han hundido en la miseria y esto al final lo paga el más pobre". Sus socios en la junta, asegura, ya han abandonado ante la situación en que se encuentra la asociación.

Los trabajadores han denunciado como paso previo a recibir la indemnización de Fogasa. Si no se denuncia a la asociación, perderían esos derechos laborales. Trabajadores que en los últimos años han invertido en Bultzain más tiempo del reflejado en sus contratos y que ahora tan sólo reclaman aquello a lo que tienen derechos, según aclaran a Gasteiz Hoy. También recuerdan que el propio Satur trabaja como asalariado en otra asociación, y que en 2014 él también fue durante un tiempo trabajador de Bultzain.

Ahora, sin trabajadores ni miembros en la junta la Asociación es básicamente Satur: "Me he quedado solo, tan sólo quedan tres o cuatro voluntarios que están conmigo en la casa. No he tirado la toalla pero ya veremos lo que pasa". Satur estuvo en la calle hasta los 23 años y desde entonces ha gestionado diversas asociaciones: "Quiero seguir ayudando a los demás, pero no tengo fuerzas, te machacan de tal manera que al final hasta aquí llego".

satur garciaEstá desengañado y decepcionado, pero se niega a dejar en la calle a la treintena de personas que aún vive en Puente Alto: "Cerrar es lo más fácil y se acabó la tontería, pero la gente a la que hemos sacado de la calle me dice: 'Yo no vuelvo a los Servicios Sociales, prefiero quedarme en la calle'. ¿Qué hago entonces?".

"Luego dicen que no hay gente en la calle... Hay que saber cómo están, en lonjas inhumanas, en los camarotes de viviendas, en cajeros. Cada vez hay más pobreza". Pobreza que, sin embargo, se intenta esconder: "Están mejor fuera de la sociedad, así no molestan, y que se vea lo menos posible", lamenta.

Sabe de lo que habla, porque la asociación sigue visitando a diario a muchos de ellos para llevarles un bocadillo:  "Me gustaría terminar mi carrera así: nada de asociaciones y todas las noches visitar a esta gente a mi bola". Ahora lo hace cuando la salud de su mujer, enferma tras una trombosis, se lo permite: "Mi mujer me ha ayudado mucho y ahora es mi obligación ayudarle a ella".

  • Críticas al PNV

El presupuesto municipal reserva 50.000€ para Bultzain y la gestión de Puente Alto, que evidentemente deberá justificar: "Yo creía que con el PNV iba a mejorar, pero no ha mejorado nada. Y me ponen a parir encima. Y ahora el PP me llama, me pregunta... cuando antes era al revés. ¿Qué cojones hago yo aquí?".

Satur denuncia además una diferencia de trato entre asociaciones: "Hemos hablado con el Ayuntamiento, pero pasan de nosotros. Tienes que ser un tío muy conocido o que maneje los hilos al PNV. A un hombre desgraciado como yo, que tengo un Celedón de Oro que me dieron por lo que fuera, no me hacen caso".

Se siente utilizado, pero además ataca también con dureza al sindicato ELA, quien está gestionando la reclamación de sus antiguos trabajadores. Será Fogasa quien gestione estas indemnizaciones. "Los trabajadores tienen que reclamar lo suyo, pero si estás en una asociación sabes lo que hay", sorprende Satur ante la reclamación que han emprendido los trabajadores para recibir lo que legalmente les corresponde por su trabajo. Surge aquí de nuevo el continuo debate entre voluntariado y trabajo remunerado, aunque el propio Satur trabaja como asalariado en otra asociación dependiente de la Diputación.

Satur carga contra los abogados de los trabajadores: "ELA no tiene compasión: nos consideran los responsables cuando toda la junta estamos ahí para ayudar... Eso ya clama el cielo. La gente me dice que ya he hecho todo y abandone ¿pero por qué voy a abandonar yo a esta pobre gente?" Satur recuerda que la gente a la que atiende no sólo son personas sin techo: "Casi todos los que atendemos son enfermos que, aunque se recuperen, tarde o temprano van a volver a caer. Y hay que estar con ellos y recogerles".

  • Gastos de la casa de Puente Alto

Bultzain ha tenido que pedir a la Vital un adelanto en la subvención de 2016 para poder pagar parte de los salarios, y actualmente el pago de los gastos de la Casa de Puente Alto corren por cuenta de un vitoriano anónimo, que no quiere difundir su nombre pero que está pagando ahora mismo el alquiler de la casa, la luz y el agua: "Una casa que no está en condiciones".

La comida no les falta, viven del Banco de Alimentos y de los pintxos que les dan varios bares. Hasta 2014 Ikasbidea les daba la comida que sobraba del comedor escolar. Sin embargo ahora el Gobierno Vasco obliga a la Ikastola a tirar la comida antes que darla a esta asociación. Lo hace, aseguran, por cuestiones sanitarias. Hoy son los propios habitantes de la casa los que cocinan y los que, día a día, se reparten las tareas con la ayuda de los voluntarios.