Las golosinas ya no son sólo para niños

23 junio, 2014

Scandya, a 50 metros de la Plaza de Abastos, acerca las gominolas escandinavas al público adulto.

Scandya, en Jesús Guridi 1, acerca las gominolas escandinavas al público adulto

scandya"A ver a qué sabe". Esa era la excusa que siempre utilizaban nuestros padres cuando éramos pequeños para 'robarnos' alguna de esas chuches que acababan de comprar para nosotros. Y es que, aunque a veces cuesta reconocerlo, a los mayores también les gustan las golosinas, y el consumo de estos dulces es cada vez mayor entre la población adulta. La nostalgia que despiertan estas chuches se aprecia bien en la ilusión de las decenas de personas que entran a diario a Scandya, en el local de Jesús Guridi, a un paso de la Plaza de Abastos. Allí, más allá de las tradicionales fresas, cocacolas u ositos se abre un mundo infinito de sabores, texturas y formas.

Cristina abrió hace un año este local de golosinas escandinavas. Lo hizo apostando por un concepto diferente, centrado en el cliente adulto. Scandya, ubicado en la Calle Jesús Guridi, ofrece más de 100 golosinas diferentes, aptas para todos los gustos y públicos. Entre su amplia variedad cuenta con gominolas sin gluten o sin azúcar, junto a chocolates de todo tipo, de diversos sabores y múltiples rellenos. Entre las gominolas más sorprendentes destacan las de Red Bull o las múltiples variedades de regaliz. 20140617-102055-37255738.jpgTodas estas gominolas se venden al peso, pero la gran novedad en estos productos está en la creación de obras de arte con ellas.

En Scandya elaboran a diario decenas de brochetas, tartas y macetas personalizadas. La variedad de formas y colores permite jugar con los gustos de los protagonistas, con el único límite que imponen las propias golosinas. Todo ello personalizado y elaborado a diario, con la frescura de las gominolas y un diseño específico para cada cliente, como se puede ver en el Facebook del establecimiento. Cualquier excusa es válida para regalar (o regalarse) una de estas tartas o brochetas, que pueden incluir los nombres y las fotos de los protagonistas.

Y no sólo para los cumpleaños de los niños, las comuniones o los bautizos. Las golosinas llegan incluso a las bodas, y no precisamente para los invitados más jóvenes. Las candy bar (barras de golosinas) son la última moda en los bailes posteriores al banquete: una mesa llena de golosinas y chucherías de todo tipo para que los invitados puedan disfrutarlas y, entre bailes y cubatas, disfruten también de esos sabores. Este detalle en las bodas sorprende siempre a los invitados que, aunque en un principio reacios a meter mano entre las chuches, acaban siempre disfrutando de los sabores de su infancia. Yogur Helado

Yogur helado

Más allá de las golosinas Scandya sigue acercando a Vitoria la tradición escandinava. Desde comienzos de junio Cristina ha instalado su máquina de yogur helado, elaborado a diario para ser disfrutado por sus clientes. El yogur helado se ha convertido en la novedad de los últimos veranos y en Scandya Cristina elabora cada día el helado a partir del yogur, garantizando el mejor sabor a la hora de probarlo. En apenas tres semanas muchos de sus clientes han repetido visita tras la primera cata.

El helado de Yogur es, en apariencia idéntico a los helados de nata (muy populares en las cadenas de hamburgueserías). La diferencia está en sus cualidades: el yogur es bajo en grasa, no tiene gluten y es probiótico y prebiótico. Estos productos facilitan el tránsito intestinal. Cristina asegura además que trabajan con el producto de mejor calidad en la elaboración del yogur, con la garantía de frescura. Además se pueden acompañar de sirope de chocolate, cereza, fresa y caramelo, y con trocitos de cacahuetes, nubes, Lacasitos o arroz inflado: "Aunque muchos piensan que el sabor intenso del yogur no necesita de ningún acompañamiento", sentencia la responsable de Scandya. -Accede al Facebook de Scandya