La vitoriana Janire se queda sin subvención para una silla de ruedas eléctrica
La joven tiene tretaparexia espástica y necesita una silla eléctrica para desplazarse de manera independiente
La vitoriana Janire y su familia tienen un nuevo obstáculo para lograr una nueva silla eléctrica. El Gobierno Vasco les ha denegado cualquier tipo de ayuda pública para conseguir su objetivo. Aún les faltan unos 6.000 euros de los aproximadamente 18.000 totales que cuestan este tipo de sillas, y esperaban lograr por financiación pública unos 2.000 o 3.000 euros más.
La respuesta del Gobierno Vasco, sin embargo, ha sido negativa. Según ha informado la madre de Janire, Leyre Retuerto, desde el Departamento de Salud consideran que la joven con tretaparexia espástica "no está capacitada" para llevar una silla eléctrica porque sufrió una crisis convulsiva en diciembre. Algo que desde el punto de vista de la familia "carece de sentido" porque lleva usando una silla de este tipo desde hace 8 años sin sufrir ningún percance.
De hecho hace cinco años tuvieron el mismo problema: Sanidad también les denegó una subvención para adquirir la silla que Janire usa actualmente. Recurrieron a los tribunales y un juez les acabó dando la razón. "Si esta chica lleva usando una silla eléctrica sin problemas toda su vida no entiendo por qué ahora no puede", argumentó entonces el letrado. También están montando una recogida de firmas que respalde los argumentos de la familia.
Retuerto confía en que este nuevo recurso tenga el mismo final que el de hace un lustro, especialmente por el bienestar de su hija: "Janire necesita una silla eléctrica porque es la única que ella puede llevar de forma independiente. No puede usar ella sola una manual, por lo que siempre habría de ir alguien con ella para llevarla".
Además, adquirir una nueva silla es imprescindible, cuanto antes mejor: la que usa actualmente se le ha quedado pequeña y le provoca rozaduras e incomodidades. Desde el proyecto Una tarta por Janire llevan años trabajando en esta recaudación, que el pasado mes de junio obtuvo un pequeño impulso. Organizaron una ascensión múltiple al Gorbea con varias actividades que sirvieron para recaudar algo más de 1.000 euros, aunque el objetivo de lograr la nueva silla todavía está lejos. Y sin la subvención pública, aún más.
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