El movimiento feminista Talka okupa un local municipal de la calle Correría

El movimiento feminista Talka ha vuelto al primer plano. Un año después de okupar el palacio Álava-Velasco, el colectivo se ha hecho esta vez con un local situado en la calle Correría 33. Un establecimiento que en su momento fue propiedad de la compañía textil Adolfo Domínguez, y que actualmente pertenece al Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz.

Así luce el local ocupado por Talka.

Talka lo okupó la semana pasada, aunque lo han hecho público este viernes. La razón de la okupación, según argumentan, es la necesidad de un espacio feminista "que rompe el sistema" y se basa en la autogestión, la okupación y la autodefensa feminista, desmarcándose de la labor institucional."Talka será una herramienta para construir el poder y la defensa vecinal desde el feminismo", añaden en un comunicado.

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La elección del número 33 de la Corre no es casualidad: el movimiento feminista denuncia que fue uno de los locales que el Ayuntamiento reformó con dinero público para potenciar la entrada de comercios e inversores privados en el Casco Viejo.

Lo que denuncia Talka, entre otras cosas, es que el Ayuntamiento haya gastado dinero público en adecuar establecimientos del Casco Viejo con el fin de introducir "grandes firmas" en el espacio, y no de reformar los problemas estructurales que sufren muchos de estos edificios. Problemas que pueden acabar en el desalojo de familias y comercios, como ha ocurrido recientemente en Cuchillería 79.

Foto: @TalkaGasteiz

• Primera okupación de Talka

Talka okupó hace casi un año el palacio Álava-Velasco con el fin de crear un espacio feminista autogestionado. El palacio, que era de propiedad privada, estuvo okupado durante dos meses aproximadamente, hasta que los propietarios realizaron los trámites oportunos y acudieron a realizar el cambio de la cerradura en compañía de la Policía Local.

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Como consecuencia de la intervención hubo dos personas detenidas y varias identificaciones, aunque desde el cuerpo municipal siempre manifestaron que fue únicamente un cambio de cerradura y no un desalojo, debido a que en ese momento "no había nadie en el palacio". Talka sí consideró la actuación como un desalojo y añadieron que no poseían orden judicial para realizarlo.