Diputación implantará el teletrabajo a comienzos de 2021

2 octubre, 2020

Las personas que teletrabajen lo harán tres días en sus casas y otros dos de forma presencial, para mantener el contacto y asistir a reuniones

La Diputación Foral de Álava realizará este otoño año la primera convocatoria de teletrabajo entre su personal funcionario e interino e implantará de forma efectiva esta nueva modalidad a principios de 2021. El teletrabajo se convertirá así en una modalidad voluntaria y estable a través de una normativa que reconoce de forma expresa el derecho del empleado/a público/a a la desconexión digital y al descanso.

Cristina González explica que esta medida tiene como principal objetivo “ampliar las opciones de conciliación de la vida familiar y laboral del personal con menores y dependientes a su cargo”. “Facilitar la integración de personas con movilidad reducida y determinadas enfermedades, contribuir a la movilidad sostenible y reducir los accidentes laborales son otros de sus fines”, ha añadido.

En 2018 un grupo de empleados forales teletrabajó durante nueve meses con una valoración muy positiva por parte de los trabajadores protagonistas, sus compañeros y superiores. “

El decreto foral regula el teletrabajo como una modalidad voluntaria y reversible a la que podrá acceder el personal funcionario de carrera e interino de la Administración General de la Diputación Foral de Álava con una antigüedad mínima de un año en el puesto, conexión a internet en su domicilio y suficientes conocimientos informáticos. Eso sí, podrán acceder al teletrabajo lógicamente siempre que sus funciones puedan ser desempeñadas de forma no presencial.

Quedan excluidos así los puestos incompatibles con el teletrabajo como aquellos de atención a la ciudadanía, oficinas de registro, obra, secretaría y los que gestionen datos especialmente sensibles. El decreto contempla con carácter excepcional la posibilidad de autorizar
ocasionalmente teletrabajo cuando concurra fuerza mayor que interrumpa o impida temporalmente la actividad, se declaren episodios ambientales de contaminación, crisis sanitarias o situaciones de emergencia como ocurrió el pasado mes de marzo con la declaración del estado de alarma.

Por otra parte, la norma reconoce el derecho a la desconexión digital, el respeto al tiempo de descanso y a la intimidad. Quienes teletrabajen tendrán así  derecho a no contestar mensajes o llamadas fuera del horario de disponibilidad fijado. “El funcionario va a mantener siempre en el contacto con su puesto y sus compañeros, ya que la jornada semanal se distribuirá con carácter general en tres días de teletrabajo y dos días de forma presencial”.

“La persona teletrabajadora participará además regularmente en las reuniones de trabajo. Uno de los días de jornada presencial se dedicará así a estas reuniones de coordinación y proyectos comunes, si bien también se podrán realizar reuniones por videoconferencia”, ha detallado durante la sesión de Juntas Generales de Álava el director de Función Pública, Adolfo Lander.

Prioridades

El decreto foral establece una serie de criterios a la hora de ordenar y priorizar las solicitudes de teletrabajo entre los que destacan aquellos relacionados con la salud y la discapacidad (discapacidades permanentes o temporales, problemas de movilidad, etc.), ser víctima de violencia de género, tener a su cargo menores de 14 años o familiares dependientes, y la distancia entre la residencia habitual y el puesto de trabajo.

Las personas seleccionadas tendrán que cumplir unos objetivos laborales fijados junto con sus superiores y tendrán que comprometerse a velar por la protección de los datos y la seguridad de la información que manejen, así como con las horas de disponibilidad pactadas. Se les proporcionarán equipos informáticos para su trabajo, aunque también podrán utilizar sus equipos personales, y se les formará en prevención de riesgos laborales, ciberseguridad y protección de datos.