Ningún empresario acepta las condiciones para organizar la Feria Taurina de La Blanca

7 enero, 2015

Ocho empresas mostraron interés, pero finalmente no se han presentado

TorosVitoria-Gasteiz sigue a día de hoy sin feria taurina de La Blanca. Los empresarios no aceptan por ahora las condiciones impuestas por el Ayuntamiento para la gestión de la feria, y el concurso ha quedado desierto. Ahora el consistorio deberá buscar la fórmula para que sí haya toros en La Blanca.

Desde el Ayuntamiento defienden que Vitoria-Gasteiz tendrá toros en Vitoria, sin que este evento cueste dinero a los contribuyentes. El problema es que, en las actuales condiciones, los empresarios no quieren asumir el riesgo de venir a Vitoria. El último concurso convocado por el Ayuntamiento ha quedado desierto y, pese al interés inicial, ninguna de las ocho empresas invitadas quiere venir así a Vitoria.

Las empresas que mostraron interés inicial fueron Chopera Toros, Taurodelta, Coso de Badajoz, E. T. Toarte, José María Garzón, Tendido 5, Tauroemoción y Circuitos Taurinos. Todas ellas fueron invitadas, aunque finalmente acabaron rechazando.

El contrato que el Ayuntamiento sacó a concurso en Procedimiento Negociado Sin Publicidad planteaba un canon de 6.000 euros y obligaba a organizar tres corridas de toros y otros tres espectáculos adicionales entre el 25 de julio y el 9 de agosto. Además debía encargarse también de la gestión de las vaquillas. En realidad se trataba de las mismas condiciones que tenía Iniciativas Taurinas antes de renunciar al año que le quedaba de gestión. El contrato también contemplaba una puntuación en función de los toreros y las ganaderías que contemplase el cartel de los empresarios.

El tira y afloja sigue ahora entre el Ayuntamiento y las empresas. El mundo taurino no ve rentable venir a Vitoria en esas condiciones, cuando en 2014 la asistencia media fue de apenas 2.000 personas por tarde. El descenso en espectadores es evidente, tras los años en los que Vitauri explotó y revitalizó la afición taurina, a costa de las arcas de todos los vitorianos.  El pasado año se llegó a un acuerdo para repartir entradas entre los hosteleros, que tampoco generó excesivo interés en una feria marcada por el hormigón de las gradas.