Vitoria se llena de turistas exprés en el puente de diciembre

En la Virgen Blanca, un grupo de turistas madrileños esperan el inicio de su visita guiada. A unos pasos, en la Plaza España, otra familia hace fotos rápidas antes de seguir al guía que les mostrará las calles del Casco Viejo. El cielo está gris, pero nadie parece desanimado. Los turistas, bien abrigados y con paraguas en mano, aprovechan el puente de diciembre para explorar la ciudad en pocas horas.

“Venimos de Madrid. Este grupo entero somos unas 40 y pico personas. Muy bonito todo lo que estamos viendo”, comenta Juana con una sonrisa. “Hoy vamos a ver el Casco y luego Santo Domingo de la Calzada. Llegamos ayer, pero es una visita rápida y lo veremos Vitoria a contrarreloj”.

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Grupo de madrileños esperando la visita guiada

Catedrales, naipes y algo de vino

Entre los atractivos más mencionados por los visitantes están la catedral vieja y el Museo de Naipes de Fournier. “Ayer estuvimos viendo la catedral y nos encantó. La guía nos hizo una visita muy buena”, cuenta María Jesús, también madrileña, quien planea dedicar el día al Casco Viejo y al museo. “Por la noche no se ve mucho, pero la ciudad está preciosa con la decoración navideña. Hoy creo que me gustará más”.

Los viajeros vienen preparados para el tiempo frío y húmedo que marca este puente. María Dolores, de un pueblo de Alicante, bromea mientras señala sus botas: “Esperemos que el tiempo aguante. Estamos bien abrigadas, venimos preparadas, pero tenemos frío”.

"Por la noche no se ve mucho, pero la ciudad está preciosa con la decoración navideña"

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La combinación de turismo y gastronomía es otro punto fuerte. “Queremos ir al Museo de los Naipes y luego comer cosas ricas”, dice Rebeca, que ha venido desde Zaragoza en una escapada exprés. Llegaron ayer tras visitar Pamplona y regresan a casa esta misma tarde.

Turismo exprés con paradas estratégicas

En muchos casos, Vitoria no es más que una escala en rutas más amplias. Manolo, también de Madrid, explica que están alojados en Badarán, La Rioja: "Esta mañana hemos visitado los monasterios de Yuso y Suso antes de llegar a Vitoria". Su grupo sigue después hacia otros destinos.

Raquel, que ha venido con amigos desde Palencia, Burgos y Santander, destaca lo acogedora que es la ciudad: “Hemos visto muy poco, pero lo que hemos visto, muy bonito. Ahora haremos la visita guiada, luego unos vinitos en Ardoaraba y por la tarde veremos el Belén”.

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El frío no frena a los visitantes

Aunque el tiempo no acompaña, los turistas mantienen el ánimo. “El día hoy está espectacular”, bromea Juana mientras observa el cielo encapotado con su chubasquero. Y aunque algunos, como Rebeca, admiten que la "oscuridad y la lluvia" del primer día dificultaron disfrutar de la ciudad, coinciden en que merece la pena recorrer las calles.

Poco a poco, Vitoria deja de ser esa ciudad “desconocida” para los que la visitan. En sus pocas horas de estancia, estos viajeros se llevan un pedacito de la capital alavesa, que, entre catedrales, pintxos y calles medievales, se queda en su memoria. Y, quién sabe, tal vez en sus planes futuros.