Tximist: La primera expedición vasca de la historia al Everest

17 febrero, 2024

Entre el 12 y el 13 de mayo de 1974, un montañero alavés se quedó a poco más de 300 metros de la cumbre más alta del mundo

"Imaginaos lo que habría sido llegar a la punta", comenta Txomin Uriarte, miembro de la primera expedición vasca al Everest. Y es que hace 50 años, la expedición Tximist, formada por 14 montañeros vascos, emprendió la subida al Everest, la montaña más alta del mundo. Una subida que los dejó con la miel en los labios. Sobre todo a dos de ellos.

"Ninguno tenía la experiencia de haber subido más de 6.000 metros"

"Ninguno tenía la experiencia de haber subido más de 6.000 metros. Fue una decisión que estuvo a un pelo de conseguir la finalidad", explica Txomin. Durante la noche del 12 al 13 de mayo de 1974,  el alavés Ángel Rosen y Felipe Uriarte durmieron a escasos metros de la cumbre del Everest. Concretamente habían subido 8.530 metros. "Estaban completamente convencidos de que llegarían a la cumbre a la mañana siguiente", añade.

tximist

La expedición Tximist.

No obstante, el destino les tendría preparado un amargo final. Tras levantarse a las 03:00 para llegar a la cima, los fuertes vientos les impidieron alcanzar la meta. "Con un viento de más 70 kilómetros por hora era imposible salir. Estuvieron hasta la última hora que podían hacer cumbre, el viento no cesó y aumentaba cada vez. Como era pronto bajaron al campamento base para que los siguientes equipos hiciesen otros intentos de subir", apunta.

Lamentablemente, Tximist se quedó a poco más de 300 metros de subir por completo el Everest. Txomin Uriarte, además de miembro, era el encargado de pedir los permisos para realizar las expediciones.

"Tardábamos entre 8 y 10 días en comunicarnos con nuestra casa"

"Cuando bajamos, Juanito Celaya nos dijo: 'Espero que no vuelvas de Katmandú sin haber conseguido el permiso para volver otra vez'. Nos buscaron familiares a la bajada y teníamos hechas las cartas de aviso de que habíamos llegado a la cumbre. Estas cartas tardaban 3 días en bajarlas corriendo hasta el aeropuerto. Tardábamos entre 8 y 10 días en comunicarnos con nuestra casa", recalca.

Finalmente, en 1980 volvieron a afrontar el reto de subirlo nuevamente, aunque con ciertos cambios: "Incluyeron a gente joven, iban a tiro hecho con un material bastante mejor que el que llevamos nosotros. Las cosas cambiaron mucho en 6 años". Eso sí, esta vez consiguieron alcanzar la cumbre.

Tximist como nombre de pila

cegasa-pila tximist

'Tximist', las famosas pilas que fabricaba Cegasa.

¿Pero, de dónde surge el nombre Tximist? Esta expedición se realizó gracias a Juan Celaya, presidente de Grupo Cegasa. Este grupo empresarial surgido en Oñate se movió a Vitoria-Gasteiz en 1964. Cegasa era conocida por su fabricación principal: las pilas.

De hecho 'Tximist' era un tipo de pila muy conocida que se fabricó durante los años 60 y 70. Así es como años más tarde llamarían a la primera expedición vasca de la historia al Everest.

"Volveremos" en junio

foto cumbre del everest desde el campamento

Imagen de la cumbre del Everest tomada desde Kala Pattar, cerca del campamento base.

Durante el próximo mes de junio, el Palacio de Europa acogerá un acto en honor a la expedición Tximist. Supervivientes y familiares recibirán un homenaje y más tarde realizarán una exposición de fotos con 20 paneles sobre aquella hazaña.

"Actualmente estamos preparando los paneles de fotografías que serán, aproximadamente, unas 20 colecciones. Hay tres colecciones más importantes, la de Angel Lerma, Juan Cortázar y Luis Abalde", destaca.

"Empezamos con los orígenes de la expedición, hasta el último de los paneles que se titula 'Volveremos', que indica la decisión que tuvimos al final de esa expedición. Allí se incluirá la fotografía del permiso concedido por el Gobierno de Nepal de la 2ª expedición Tximist al Everest", añade.

Por último se realizará una quedada con ochomilistas vascos de la actualidad y para finalizar una cena nepalí con música, comida sherpa y ambiente del Himalaya. Todo ello para recordar a los valientes alpinistas que el viento evitó que llegarán a la cumbre, pero no de ascender la montaña más alta del mundo.